Dieciocho colegios han perdido más del 25 % de su alumnado en una década

La Costera, la Canal y la Vall d'Albaida matriculan este curso a 3.000 escolares menos que en 2010 por la caída de la natalidad y la fuga poblacional 

Una clase en el Colegio Rural Agrupado Castell de Carbonera, en una imagen de archivo.

Una clase en el Colegio Rural Agrupado Castell de Carbonera, en una imagen de archivo. / Perales Iborra

Sergio Gómez

Sergio Gómez

Las aulas de los pueblos se vacían. Cada vez cuesta más llenarlas y no es por casualidad. El desplome de la natalidad y el éxodo de población en busca de mejores oportunidades laborales han contribuido en los últimos años a agrandar un abismo que ha engullido a 2.786 alumnos de infantil y primaria. Este el número de escolares que han dejado de recorrer los patios de los 74 colegios repartidos por los 61 municipios de la Costera, la Canal y la Vall d'Albaida desde el año 2010.

Las últimas cifras de escolarización manejadas por la Conselleria de Educación constatan la magnitud de la sangría. En este curso 2023/2024 hay matriculados 13.922 alumnos en los niveles previos a la educación secundaria en las tres comarcas, un 16,7% menos que hace trece años. El descenso impacta con mayor fuerza en las escuelas públicas, que han perdido un 18,38% de niños y niñas. En el mismo periodo de tiempo, el retroceso del volumen de escolares en los colegios privados y concertados ha sido del 10,4 %. Estos centros al margen de la red pública enseñan en la actualidad a 3.185 estudiantes en cuatro localidades.

Pero hay una realidad aún más preocupante. En la última década, dieciocho colegios públicos han visto esfumarse a más de un cuarto del alumnado que asistía a sus clases hace una década en este territorio geográfico recorrido por un fantasma llamado despoblación que acecha a buena parte de los municipios. Lo demuestra el hecho de que los los pequeños núcleos rurales son los que más sufren el declive de los escolares.

Un ejemplo de esta realidad se vislumbra en el CEIP Verge dels Desamparats de Atzeneta d'Albaida, que ha pasado de matricular a 100 niños en 2010 a 70 en 2023, un descenso que ha obligado a reestructurar las aulas. El centro tiene escolarizados este año a 6 alumnos en primero de primaria (frente a los 13 que eran en 2010) y 6 en quinto (frente a los 16 de hace 13 años).

Niños en un colegio rural agrupado de la Vall d'Albaida.

Niños en un colegio rural agrupado de la Vall d'Albaida. / Perales Iborra

Pero el centro docente que más ha sufrido el batacazo demográfico -a tenor de la estadísticas de la conselleria- es el CEIP Vicent Blasco Ibáñez de Montesa, donde la matriculación ha caído un 42,3%, o lo que es lo mismo, de 111 niños a 64. Quinto de infantil y segundo de primaria son los cursos más damnificados, con solo 4 alumnos. Llutxent y Chella también han perdido alrededor de un 40% de su alumnado en el mismo periodo, mientras que en Montitxelvo la sangría bordea el 33 %.

Pero la problemática no solo afecta a los pueblos más pequeños. El CEIP Josep de Calassanç de Aielo de Malferit (una localidad con 4.500 habitantes) también ha perdido un tercio de sus alumnos matriculados en el mismo lapso de tiempo, al pasar de atender a 455 escolares a 308. En un porcentaje cercano al 30% se cifra el descenso de escolares en Enguera, Moixent, el Genovés o Benigànim. En Bocairent, la Pobla del Duc o la Font de la Figuera ha sido del 24%. Como en Quesa o Llanera de Ranes, poblaciones más pequeñas.

Dos colegios aumentan su alumnado

En el reverso de la moneda, el CEIP Mónica Pont de Bufali ha conseguido incrementar su número de alumnos un 62,5% en los últimos trece años: en este curso el colegio tiene 13 escolares inscritos cuando en 2010 eran 8. El ayuntamiento de este pueblo de 150 habitantes de la Vall d'Albaida está desplegando numerosos esfuerzos para atraer nuevas familias y pequeños habitantes mediante la puesta en marcha de viviendas sociales con precios asequibles. En 2016, el centro se salvó in extemis del cierre gracias a la intervención del ayuntamiento y la Diputación de Valencia para garantizar uno de esos hogares, que impidió que el colegio se quedara con solo 4 niños.

Benissoda es el otro único municipio que ha logrado aumentar su población escolar, de 31 alumnos a 35, si bien en Navarrés los alumnos escolarizados solo han retrocedido un 0,79% y en Fontanars, un 2%.

En las grandes capitales de la Costera y la Vall d'Albaida, Xàtiva y Ontinyent, el descenso de escolares ha sido inferior a la media, de un 3,30% en la primera ciudad y un 2,67% en la segunda. Los matriculados en colegios han bajado un 6,21% en l'Olleria l, un 13 % en Canals y un 12% en Albaida. Mayores son los descensos experimentados en los colegios de Anna (15%), Rotglà (20%), Barxeta (18%) o Alfarrasí (20%).

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