Observan huellas ocultas de pinturas rupestres en la Cova de la Petxina

El presidente del Centre d'Estudis Contestans, el arqueólogo Pere Ferrer, aboga por investigar los restos que habrían pasado desapercibidos al encontrarse enmascarados por diversas coladas calcarias a cierta altura

Pere Ferrer señala los restos de pintura rupestre ocultos en la Cova de la Petxina.

Pere Ferrer señala los restos de pintura rupestre ocultos en la Cova de la Petxina.

Sergio Gómez

Sergio Gómez

La Cova de la Petxina todavía oculta pinturas rupestres por descubrir en su seno. El presidente del Centre d'Estudis Contestans (CEC), el arqueólogo Pere Ferrer Marset, ha puesto el foco en la necesidad de investigar la presencia de varios restos observados en una reciente visita al yacimiento de Bellús que habrían pasado desapercibidos al encontrarse situados a cierta altura, enmascarados por diversas coladas calcarias.

Ferrer Marset es un buen conocedor de las cuevas de la zona y de los grabados que atesoran. La expedición del Centre d'Estudis Contestans a la Cova de la Petxina se produjo en el marco de la preparación de una monografía para conmemorar los 50 años que esta sociedad cultural constituida en Cocentaina lleva dedicados a estudiar el arte rupestre de las comarcas centrales, desde el descubrimiento del primer conjunto de pinturas en 1974.

En este tiempo, el CEC ha sacado a la luz más de 200 hallazgos y abrigos de arte rupestre, entre ellos dos en el entorno de l'Estret de les Aigües, incluida la Cova del Barranc de l'Aguila, donde se rescataron grabados muy interesantes de jinetes, équidos y antropomorfos. Los miembros de la entidad desplegaron una primera prospección en la Cova de la Petxina en 1981 y, hace alrededor de un mes y medio, regresaron con el recuerdo de que había algún posible vestigio por estudiar en el enclave.

Pere Ferrer señala la existencia de "muchos restos de pintura" repartidos en "varias zonas" a una altura de unos cinco metros, que, sin embargo, se hallan "muy tapados" en gran medida por la presencia de coladas estalagmíticas. Para averiguar si los grabados tienen suficiente relevancia, el arqueólogo señala que tendrían que ser revisados en profundidad por un técnico de resturación.

Sería necesaria igualmente una costosa intervención de limpieza de las costras superficiales y otros elementos que ocultan las pinturas a cargo de especialistas porque, si no, "no se puede saber lo que puede salir de ahí", recalca el presidente del CEC.

La Cova de la Petxina -bautizada así por su forma perfecta de concha- es conocida por albergar materiales del Paleolítico en su interior, entre ellos 1.300 piezas líticas, en su mayoría raspadores para cortar la madera o la carne de hace 125.000 años. La cavidad también conserva representaciones de dos estilos de arte rupestre prehistórico: el arte esquemático, formado por figuras humanas simples y otras representaciones como barras, y el arte levantino, realizado durante el Neolítico, aproximadamente en el 4.000 a. de C. Recientemente, el abrigo se ha convertido en un ejemplo de puesta en valor del patrimonio arqueológico con miras al turismo cultural, con la realización de una serie de actuaciones de revitalización en su seno.

Ferrer Marset, que ha dado a conocer sus observaciones sobre la Cova de la Petxina para alentar nuevas investigaciones a cargo de las administraciones competentes, señala que la cueva "por lo menos tendría un par de metros de sedimentación que han desaparecido", posiblemente de forma natural debido al transcurso de los años y a la acción del tiempo.

Reconexión con la Cova del Barranc de Salem

Dentro del itinerario para celebrar los 50 años de investigaciones en torno al arte rupestre, más de una treintena de integrantes del Centre d'Estudis Contestants también estuvieron recientemente visitando la Cova del Barranc de Salem, que fue descubierta por la entidad hace años.

El CEC nació con el objetivo de estudiar y promover el patrimonio histórico, arqueológico y etnográfico del Comtat y, en general, de las comarcas centrales valencianas.