La represión franquista irrumpe en las aulas de la Costera

Un ciclo de conferencias coordinado en el Centro Cultura de Xàtiva se centra en analizar los materiales curriculares creados para explicar lo sucedido tras el final de la Guerra Civil

Jornadas de educación y memoria democrática, Carles Senso junto dos familiares de un deportado de los campos nazis.

Jornadas de educación y memoria democrática, Carles Senso junto dos familiares de un deportado de los campos nazis. / Perales Iborra

salvador català. lugar

El pasado viernes en el Centro Cultural de Xàtiva se cerraron las jornadas de Memoria y Educación iniciadas el pasado 25 y 26 de abril en la Casa de la Cultura. En esta ocasión, el ciclo de conferencias se centró en analizar los materiales curriculares creados para explicar la represión franquista, y a seguir presentando testimonios de los hijos de las víctimas que la sufrieron, de forma que se pueda pasar página a una serie de historias siempre silenciadas, y condenadas al olvido. Así, para evitar el peligro de la desmemoria y la ignorancia, deben de ser explicadas en las aulas, como ejemplo de lo que nunca debe hacerse en cualquier estado que aspire a consolidar una democracia. En esta ocasión, se recordó a Jose Roca y José Cantador, ambos fusilados en Paterna, y cuyos restos serán pronto exhumados y trasladados al cementerio de Xàtiva.

Enrique Javier Díez Gutierrez, profesor de la facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de León, fue el encargado de abrir las jornadas con un discurso bastante derrotista con respecto al desarrollo los contenidos exigidos por la nueva ley de Memoria Histórica Democrática en los lsensoibros de texto, donde a su entender no se trata con la debida profundidad, o ni siquiera se citan en el peor de los casos, temas tan tabúes como los juicios sumarísimos, las delaciones, los fusilamientos, las fosas, las torturas, el exilio, los bebés robados, o del exterminio de muchos republicanos en los campos de concentración nazi, a lo que se une una visión edulcorada de la Transición, que obvia de los manuales, la violencia política desatada, o las intenciones de tapar toda aquella represión con una ley de punto y final, basada en la destrucción de archivos, y que daba la amnistía a torturadores y terroristas con delitos de sangre. Demostraron varios centros valencianos, que esta crítica no funciona en sus centros de enseñanza, ya que hacen frente a las carencias de los contenidos de los manuales generalistas, con la presentación de innovadores proyectos educativos, que vienen a hacer frente a las páginas en blanco, o no escritas, dedicadas a profundizar en estos temas. Así, como ejemplos, se contó con las intervenciones del profesor Alejandro Forner, en representación del ies Benigasló que, con la ayuda de compañeros y alumnos, explicó el proyecto interdisciplinar realizado en el centro para dar a conocer aquella represión tanto a nivel nacional como local, en la que se implica a todo el claustro, y no únicamente a los departamentos de historia y filiosofía. En el caso, del IES Bellaguarda, la profesora Mireia Banyuls, en representación de su centro, explicó cómo se había diseñado toda una ruta del exilio republicano en territorio francés.

Alba Boix y Néstor Banderas, presentaron una la guía didáctica para explicar dicho exilio, en dirección al norte de áfrica, con la ayuda del testimonio de Josep Baño Mataix, familiar descendiente del único represaliado español, cuyos restos han sido repatriados. Toda una odisea relatada en el documental l’últim tren de Bouafarna, que cuenta el viaje de una familia de Banyeres de Mariola a las profundidades del Sahara, para exhumar y repatriar los restos de Vicente Mataix, republicano exiliado tras la guerra civil, y que murió allí en 1940. Alberto Gómez Roda, historiador miembro de la Fundació FEIS de Comisiones Obreras del País Valencià, y de Pere Brígido, antiguo secretario general, explicaron la necesidad de la formación del trabajador y la de despertar su conciencia para reivindicar sus derechos, conociendo los pormenores de la historia de la lucha obrera contra el sindicalismo vertical del franquismo, y para ello, trabajan para construir una ruta de la memoria obrera en las comarcales centrales, de la que es paradigma entre otras, la fábrica papelera de Gregorio Molina, complejo hoy necesitado de rehabilitación, y que pudiera ser convertido en centro de interpretación de la historia del movimiento obrero setabense.

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