David Bisbal regresa a la Ciutat de les Arts más vivo que nunca

El almeriense repasó sus 20 años de trayectoria y presentó algunos temas nuevos

Saray Fajardo

Saray Fajardo

No hay nada mejor para celebrar veinte años dentro del panorama musical que subirse a un escenario. Y así lo demostró el pasado sábado David Bisbal en un concierto que congregó a miles de fans en la Ciutat de les Arts i les Ciències. Ni el calor ni las altas temperaturas fueron un impedimento para que los asistentes disfrutaran de un espectáculo en el que el intérprete repasó gran parte de sus éxitos.

Ya han pasado dos décadas desde que aquel joven de los rizos de oro conquistara el corazón de miles de fans al obtener la segunda plaza en la primera edición de Operación Triunfo, pero sus ganas de producir música y su vitalidad siguen tan intactas como el primer día. Durante más de dos horas, Bisbal presentó algunas de las canciones de su nuevo disco Me siento vivo.

«¿Cómo están los máquinas?» preguntaba tras salir al escenario. «Ajedrez», canción de su nuevo disco, iniciaba el espectáculo que hizo bailar y vibrar a partes iguales a todos los presentes de distintas edades porque él es de esos artistas que atrae a todos los públicos no sólo por sus canciones, sino por la puesta en escena. Los presentes esperaban que, veinte años después, Bisbal siguiese deleitándoles con su mítica vuelta. Y lo hizo. Giró y saltó porque el artista sigue, si cabe, más fuerte y vital que nunca.

«Quién me iba a decir» fue el segundo tema interpretado por el almeriense, que no dudó en envolverse con la «senyera». «Hemos venido a pasarlo espectacular», reconocía. Él, sin duda, lo consiguió porque se dejó la piel en el escenario.

El concierto destacó por su alto nivel técnico, que pudo observarse a través del juego de luces y los efectos especiales que acompañaban a cada uno de los temas.

Bisbal presentó uno de los nuevos temas del disco que se publicará en septiembre. «Por primera vez he hecho canciones que la gente no esperaba. Esta surgió en México. Allí lo pasé muy mal porque echaba de menos a Rosannita y a mis hijos. Comprendí que el lugar es donde está la familia», explicaba antes de interpretar «Me siento vivo», la canción que también da nombre al disco.

Aunque el concierto estuvo caracterizado por el baile y el ritmo, también interpretó algunos de los clásicos más lentos que lo lanzaron a la fama. «Ya me hacía falta una gira. Me hacía falta ‘El ruido’», indicaba antes de interpretar una de sus canciones más emotivas. «Me gusta cantar en València. Mis inicios fueron en una falla de Sagunto y en Alicante he estado en muchas ferias. Es una tierra que amo porque estuvisteis al principio de todo este viaje», explicaba emocionado.

Durante el concierto, también hubo tiempo para algunas de sus baladas, que, en sus palabras, «forman parte del repertorio y no hay que olvidarlas». Entre ellas, sonaron «Quiero perderme en tu cuerpo», «Culpable» o «Dígale».

El artista todavía se guardaba otra sorpresa y presentaba otro nuevo «single» de pop ochentero. «Tengo roto el corazón» hizo bailar a los asistentes, que ya tarareaban algunas estrofas.

La fiesta, que ya iba llegando a su fin, seguía con «Esclavo de sus besos», «Silencio» o «Si tú la quieres» para dar paso a un estilo más rumbero, en el que no faltaron «A contracorriente» o «A partir de hoy».

El almeriense abadonó el escenario, pero sus seguidores sabían que todavía faltaban las mejores. «Corazón latino», «Bulería» y «Ave María» cerraban un concierto, en el que demostró estar en su mejor momento. Si sus primeras canciones se habían convertido en un himno del pop español, sin duda, las que vienen no se quedan atrás.