El IVAM cumple 35 años como faro de modernidad

Era el año 1989 cuando cayó el Muro de Berlín, cuando Tim Berners Lee sentó las bases de lo que sería la World Wide Web, fue el año en que murió Salvador Dalí y Madonna escandalizaba en la radio con su canción 'Like a Prayer'; el año en el que El Dioni asaltó el furgón millonario y Canal 9 estrenó «El show de Joan Monleón». Fue el año que nació el IVAM, un 18 de febrero de 1989. Hoy hace 35 años.

Desde el pasado jueves y hasta hoy, el Institut Valencià d’Art Modern anda inmerso en una serie de actividades alrededor de su fecha de apertura, de las que destaca la exposición «Colección IVAM. Hacer pasaje» (hasta el 19 de mayo), en la que el museo presume de fondos. La muestra parte de la obra 'Pierced Espiral' (1973) de Robert Smithson, para explorar la noción de museo como catalizador de un contexto y la idea de paisaje como una construcción en proceso que fusiona arquitectura, ciudad, modos de vida y pensamiento. La exhibición incluye obras de artistas destacados como Matisse, Manolo Millares, Miquel Navarro, Ángeles Marco, LUCE o Nico Munuera. Las celebraciones conmemorativas continuarán a lo largo del año con una segunda parte de «Colección IVAM». Será a partir del 9 de mayo cuando inaugure «Latencias» (hasta el 20 de octubre). 

Un museo que «impresiona»

Las crónicas de la época titulaban en 1989 que «El IVAM impresiona a la Reina», pues fue la emérita quien en inauguró la sede de la calle Guillem de Castro. Hoy la vara de medir no es la capacidad de sorprender a la realeza, sino los rankings que sitúan al IVAM en el top ten de lo mejor de la cultura en España. Hace tan solo unas semanas que el museo se situó en el séptimo puesto del listado del Observatorio de la Cultura.

La colección que hoy hace destacar al IVAM nació antes que el propio museo. Fue entre 1985 y 1986 cuando la Generalitat comenzó a gestarla. En los inicios del museo, la doble operación de donación y compra de una parte fundamental de la obra de Julio González (1876-1942) y la donación de Ignacio Pinazo (1849-1916) «dotó de un legado de gran valor y lo orientó hacia una reflexión de la modernidad hasta entonces inexistente en la Comunitat Valenciana», recogen desde el museo. Del mismo modo, «su programa de exposiciones y su política de adquisiciones permitió conformar una colección de primer nivel».

La colección que hoy hace destacar al IVAM nació antes que el propio museo. Fue entre 1985 y 1986 cuando la Generalitat comenzó a gestarla

Esta política se ha mantenido en el tiempo y solo el último año el IVAM compró obras por valor de 800.000 euros. Numerosas e imporantes han sido las donaciones que a lo largo de estos años ha recibido el museo como las de Equipo Crónica (1988), Gabriel Cualladó (1989, 1995 y 2002), Eduardo Arroyo (1989, el depósito de más de 5.000 archivos y casi 5000 obras de Josep Renau (1989) o Miquel Navarro (2005). 

Fueron las obras adquiridas en la primera década de vida del museo las que definen los núcleos de la colección, «lo que nos permite la conformación de una serie de periodos que se definen en torno a una lectura histórico-artística del arte del siglo XX». El IVAM es, de hecho, uno de los pocos museos en España que ha prestado una especial atención a las vanguardias históricas europeas. 

A lo largo de estos 35 años, el IVAM ha logrado reunir una colección de más de 12.000 obras. Pintura, escultura, fotografía, dibujo, instalaciones y hasta archivos sonoros (como los de Llorenç Barber, actualmente en exposición) conforman los vastos fondos del museo.

Los «fundadores» Julio González e Ignacio Pinazo, pasando por las vanguardias históricas de entre 1914 y 1939 (constructivismo, dadaísmo, futurismo, neoplasticismo o abstracción no figurativa) o el arte de posguerra trazan la línea artístico-histórica del museo. Los movimientos abstractos de los años 60 y mediados de los 70, así como los dictados de la Transición y la posmodernidad dirigen el discurso del museo que no se muestra ajeno al arte en un mundo cada vez más global y que desemboca en la más reciente contemporaneidad.

González, Pinazo, Sorolla, Pablo Gargallo, Aleksandr Ródchenko, Agustí Centelles, Josep Renau, Man Ray, Marcel Duchamp, Jean Dubuffet, El Paso, Juana Frances, Eusebio Sempere, Andreu Alfaro, Jasper Johns, Cristina Iglesias, Carmen Calvo, Juan Uslé, Equipo Crónica, Equipo Realidad o Teresa lanceta. Necesitaríamos mucho más que esta doble página para hacer una relación completa de todos los artistas que conforman la colección del IVAM.  

Los asuntos pendientes

En estos 35 años ha habido tiempo para el éxito, pero también para proyectos fallidos. Uno de ellos fue la nunca ejecutada ampliación del museo con el proyecto que se denominó ‘Piel del IVAM’, una obra que se anunció en 2003 y tenía que inaugurarse en 2006. Era un proyecto de los arquitectos japoneses Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa, del estudio Sanaa, que en 2010 lograron el premio Pritzker, el Oscar de la arquitectura. 

Aquel proyecto prometía ampliar sustancialmente el espacio expositivo y dotar al museo de una imagen futurista: se trataba de una piel permeable de chapa de acero perforado de 30 metros de altura. Pero el proyecto no llegó a realizarse. A cambio, dejó un espacio en su espalda que en 2017 soñaba con una nueva vida: convertirse en el Pati Obert o Jardín de las Esculturas. Los gobiernos autonómicos y local de aquel año, firmaron un convenio con el entonces director del museo para poner en pie el proyecto. 

El IVAM, pese al poco éxito de ampliar su sede principal, ha logrado, sin embargo expandirse por otros territorios, como la subsede inaugurada en 2018 en el CADA de Alcoi. Se le resiste, en cambio, un nuevo espacio en el Parc Central, al estilo del Reina Sofía en el Palacio de Cristal de Madrid. Era 2020 cuando se anunció y los planes era tenerlo listo en 2023.

Suscríbete para seguir leyendo