Enrique Careaga | CEO de Industrias Alegre

"Llevamos en contacto con Tesla dos años. Que venga es una oportunidad"

El ejecutivo de Industrias Alegre cree vital que las multinacionales «nos vean como un país competitivo a nivel de la gran industria» y destaca que la llegada del coche eléctrico y de las inversiones extranjeras impulsarán las innovaciones tecnológicas en el sector

Enrique Careaga, en la sede de Levante-EMV, antes de la entrevista. f.bustamante

Enrique Careaga, en la sede de Levante-EMV, antes de la entrevista. f.bustamante / juanma vázquez. valència

Juanma Vázquez

Juanma Vázquez

Volkswagen, Tesla o Hitachi llegan a la Comunitat Valenciana. ¿Vivimos una época dorada para su reindustrialización?

Todavía no. Es verdad que el futuro a corto plazo es muy alentador pero la realidad aún es otra. Que España esté ya en el foco como país industrial y que empresas multinacionales que siempre han visto España como un país ‘low cost’ ya nos vean con un nivel de cualificación tan alto como para ser un país competitivo en la gran industria creo que es muy importante.

¿Cree que en la C. Valenciana esta apuesta industrial irá a más?

En el futuro se van a dar muchísimas circunstancias que pueden seguir potenciando la Comunitat Valenciana o no. Lo que ha hecho la autonomía muy bien desde hace muchos años es esa inversión en infraestructura que nos ha permitido ser un referente en Europa. Sin esa infraestructura ya sabemos que la economía ni crece ni apuesta. Y aunque estamos pendientes de ese corredor mediterráneo, el ‘corredor mediterráneo económico’ ya existe.

Pero todo esto viene en un momento de horizontes económicos complicados. ¿Cómo van a salir empresas industriales como la que dirige de estas crisis?

Cuando uno se encuentra con una crisis como esta, quien no ha hecho los deberes ve cómo su capacidad de reacción es baja. Y más cuando sabemos que la financiación en este país se ha puesto muy complicada. Hay empresas que cuando llega una crisis se olvidan tanto del futuro para buscar la supervivencia que cuando superan la crisis también mueren. Nosotros en cambio ya habíamos empezado un proceso para adaptarnos al nuevo marco industrial. En el sector, creo que casi todas las empresas estamos enfocados en orientarnos a esa realidad de mayor flexibilidad sin dejar de lado la adaptación al futuro.

Se ha vivido una crisis de suministros de gran impacto. ¿A qué ha obligado toda esta situación?

Directamente, no hemos tenido ese problema. Pero, claro, si tienes una dependencia de Ford y esta para 30 días al año, significa que tú también paras 30 días. Hemos tenido que utilizar los Erte para adaptarnos a esos movimientos, porque al final la ley no nos permite mucha flexibilidad laboral. Creo que los políticos deberían bajar al terreno y acercarse a las empresas para saber que no siempre se utilizan para aprovecharse del personal. Los necesitas para adaptarte a los mercados.

Habla de Ford en un momento en que su planta de Almussafes está perdiendo modelos. ¿Teme que la reducción tenga un impacto grande en plantillas como la suya?

Ford va a pasar dos años muy duros hasta que se produzca el lanzamiento de ese nuevo vehículo [vinculado a una electrificación que podría alargarse más allá de 2026], porque de fabricar cinco vehículos y 350.000 unidades va a pasar a un modelo y 150.000 coches. Y así va a estar varios años. Nos va a afectar porque es un cliente que forma parte de nuestra identidad. Por eso nosotros venimos trabajando para incorporar nuevos clientes y volumen productivo de otros fabricantes, en los que empezamos este año.

Aún así parece que el negocio de muchos fabricantes pasará por menos coches y mayor rentabilidad por cada unidad. ¿No es esto una estocada para la industria auxiliar?

Sí, pero en nuestro caso podemos decir que nos va a afectar menos que a otros. Imagine los que fabrican piezas de motor o muchísimas otras que no van a existir. Nosotros vamos a seguir produciendo, aunque en menor volumen. Y además estamos muy orientados a añadir más valor a nuestras piezas, trabajando mucho en temas de plastrónica, para incorporar la electrónica en el revestimiento que hacemos.

Y está el horizonte del coche eléctrico. ¿Es este un riesgo o una oportunidad?

Siempre hay que poner encima de la mesa los riesgos, pero creo que es una oportunidad. Éramos mucho de pieza interior y estamos ya con pedidos para exteriores y también con las cajas de baterías. Además, el vehículo eléctrico será más pesado que el de combustión y estamos trabajando para cambiar piezas metálicas por plásticas con esas tecnologías punteras.

En pocos días se debe de anunciar la nueva convocatoria del Perte eléctrico. Tras la retirada de Ford con el que iban el año pasado, ¿irán de su mano de nuevo?

Es cierto que estábamos en el Perte de Ford, que no salió porque no pudieron asegurar ese vehículo eléctrico. Pero puedo decir con orgullo que en el único proyecto que se aprobó en la primera fase que no había un OEM [fabricante de equipo original] detrás, Industrias Alegre era una empresa tractora. En el nuevo Perte no va a ser necesario, por lo que sabemos, ir asociados a un fabricante. Y esos proyectos que cayeron con Ford y que no quisimos parar los vamos a incluir.

¿A cuánto cree que puede ascender esa ayuda que podrían recibir?

Pues en el Perte uno conseguimos 1,4 millones para todo el tema de I+D+i y 400.000 euros en préstamos para inversiones. Ahora podríamos estar hablando de cifras parecidas a esto.

¿Cree que un horizonte tan importante como el de los Perte se ha hecho de forma correcta?

No. Nosotros lo hemos vivido desde el principio y vimos que había unas bases que no se ajustaban a lo que era la realidad empresarial española, ya que eran muy restrictivas y no todo el mundo iba a poder cumplir. Y luego está cómo se ha ido demorando la aprobación de los proyectos y cómo se ha ido retrasando, además, la entrega de esos fondos ya aprobados. Ahora todo lo que se está retrasando el Perte dos está haciendo que las empresas igual no nos podamos estar adaptando a la velocidad con la que está cambiando el sector, que no está parando.

En el lado más positivo, ¿que horizontes ve con la gigafactoría de Sagunt o la futura planta de Tesla?

El tema de Volkswagen se ve con algo más de excepticismo porque es fabricación de las celdas de batería y no sabemos si ese concepto tecnológico nos dará una oportunidad. En cambio, con Tesla estamos en contacto con ellos desde hace dos años y que se instalen aquí es una gran oportunidad para nosotros. Aprovecharse de este tejido de proveedores del sector de la automoción creo que va a ser uno de los condicionantes para que Tesla tome la decisión.

Se ven un poco en una posición prioritaria entonces...

Sí. El ser considerada una gran empresa en España, que dentro del sector del automóvil pues es muy pequeña, nos permite también tener una flexibilidad y poder adaptarnos a esos volúmenes de fabricación que tiene Tesla.

Y más allá de la automoción, están expandiendo sus horizontes de negocio a otros sectores como el de la energías renovables o la logística, ¿no?

Sí, porque nuestra tecnología, que es la de la inyección del plástico, está abierta a una infinidad de aplicaciones. Tenemos otra unidad de negocio aparte de la inyección del plástico para el sector de la automoción que es la fabricación de embalaje. Tenemos un producto propio que se utilizó para el sector de la automoción enfocado en evitar el embalaje no retornable. Cambiamos nuestra organización para ir a otros sectores y hemos ofertado para el sector de la logística y el e-commerce, para la construcción, energías renovables con los fabricantes de placas fotovoltaicas. Lo nuestro es un concepto innovador frente al embalaje tradicional.

¿Cree que es ya una obligación esa diversificación hoy en día?

Hemos marcado tres tipos de diversificación: geográfica, la de cliente y la de sectores. En la regional estamos ya fabricando con planta nuestra en Polonia, una planta que está creciendo y ya fabrica para Ford, para Skoda, arrancamos ya para Volkswagen y para proveedores importantes para Tesla. Luego tenemos una unidad de negocio importante en Rumanía, aunque la fabricación está subcontratada y ahora estamos en negociaciones para iniciar como Industrias Alegre en México la fabricación. Y luego, en la tecnológica, esta esa incorporación de mayor valor añadido a través de la electrónica y su uso con aplicaciones innovadoras.

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