La solución en Ford Almussafes, un camino difícil

La multinacional ha prometido una "alternativa" para solucionar el problema del retraso eléctrico en Almussafes, pero tanto la atracción de un nuevo modelo como un aumento de las unidades del Kuga son escenarios complicados

Sin elevar la producción, el horizonte podría pasar por una restructuración de la plantilla

Producción de vehículos en Ford Almussafes.

Producción de vehículos en Ford Almussafes. / Perales Iborra

Ford prometió ayer a los trabajadores "una alternativa para solucionar el problema que se nos ha originado en Valencia", una promesa para paliar el retraso de la electrificación sobre la cual la firma no ofreció detalles más allá de que será la dirección mundial de la compañía la que dará más detalles en una reunión con UGT dentro de dos meses. Pero mientras ese momento llega, vislumbrar un camino plausible de producción para aliviar ese futuro resulta complicado. Sobre todo porque tanto la atracción de un coche provisional que complemente al único superviviente confirmado en la planta, el Kuga, como apostar por un aumento en las unidades fabricadas de este modelo concreto parecen a día de hoy horizontes complicados.

En el caso de la primera vía, porque Ford ha ido retirando en los últimos años modelos como el Fiesta, el Mondeo, el S-Max o el Galaxy y, en menos de dos meses, se sumará a ellos la furgoneta Transit. Este hecho, sumado a que otros como el Puma híbrido ya están comprometidos en otras plantas, deja pocas opciones más allá de poder asumir modelos con fecha de caducidad ya fijada como el Focus, que desaparecerá a finales de 2025. Eso sí, quedarse este vehículo implicaría paralelamente acelerar el cierre de Saarlouis (Alemania), previsto para ese mismo año, una realidad que lo complica.

Por otro lado, elevar la producción del Kuga -un modelo híbrido- en un momento en el que la industria de la automoción se ha embarcado ya en los eléctricos y cuando las ventas de la compañía vivieron en 2023 la única caída en Europa entre los grandes fabricantes se antoja también difícil.

Coches en producción en Ford Almussafes.

Coches en producción en Ford Almussafes. / Miguel ángel Montesinos

Decisiones laborales

Debido a este contexto, el camino que podría tener que adoptar la firma tendría otros horizontes en la vía laboral. La visión más negativa, viéndose obligada Ford a tener que recurrir a un nuevo ERE -que se sumaría al de 1.100 personas de 2023- a cambio de tener garantizado el futuro eléctrico.

La más positiva -y a la vez más costosa para la marca- la de mantener por completo la plantilla, pero dejando durante meses o incluso años a parte de la misma en Erte. Decisiones a día de hoy inciertas para un futuro aún por concretarse.

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