El aguacate le ‘roba’ terreno a los cítricos valencianos

El aguacate le ‘roba’ terreno a  los cítricos valencianos

El aguacate le ‘roba’ terreno a los cítricos valencianos / Elena Martínez

Jordi Cuenca

Jordi Cuenca

Su consumo está creciendo y también lo hace la producción. El aguacate está de moda. El cultivo se ha convertido además en refugio para muchos citricultores que o bien buscan una mayor rentabilidad o bien pretenden diversificar su negocio. Es el caso de Celestino Recatalá, vicepresidente primero de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) y presidente de Asoproa (Asociación de Productores de Aguacates), quien hace siete años empezó a plantar aguacates en algunas de las tierras que tenía destinadas a agrios buscando ambos objetivos.

La Comunitat Valenciana lleva una década aproximadamente produciendo esta fruta. Ya ha llegado a las 2.800 hectárecas, pero Recatalá asegura que el crecimiento anual se sitúa en unas 600, en muchos casos, como ha quedado dicho, por citriculturos que abandonan naranjas y mandarinas. ¿Por qué? El dirigente de AVA apunta dos motivos principales: el aguacate tiene menos plagas y se paga a buen precio para el agricultor. Por un kilo de esta fruta se pueden abonar 2,40 euros, mientras que la media en los cítricos se sitúa en torno a los 0,40. Es cierto que la producción de una y otros es distinta, porque una hectárea de aguacate da lugar a unos 15.000 kilogramos de producto, mientras en que los agrios esa cifra se puede doblar. Aun así, los ingresos se sitúan bien lejos del primero. Por otro lado, el que se vea menos afectado por plagas implica un mayor rendimiento, porque estos productores no deben destinar tanto dinero como los citricultores a luchar contra insectos.

Este cultivo llegó a tierras valencianas a finales de los años ochenta del siglo pasado, concretamente al sur de Alicante. Pero inicialmente su presencia fue «muy testimonial», tal como explicó a este diario José Gaspar, del departamento técnico de AVA. Es con el cambio de milenio cuando se extiende a la provincia de València: la Ribera del Xúquer, La Safor, l’Horta Sud y la zona de les Valls en el Camp de Morvedre. También se está expandiendo el cultivo hacia Castelló, a Almenara y la Vall d’Uixo.

Países productores

Celestino Recatalá añade que en España la autonomía que más invierte en esta fruta es la Comunitat Valenciana, aunque la pionera fue Andalucía. En esa región, Huelva y Cádiz están tomando el relevo a Málaga y Granada, que están padeciendo los efectos de la sequía. El dirigente agrario asegura que, además de la falta de agua en determinadas zonas, uno de los grandes problemas que afronta este subsector está en la competencia a nivel mundial. Y es que el aguacate, originario de México, se está expandiendo por el globo y países como Kenia, Marruecos y Colombia, en la estela de España, están aumentando su número de explotaciones.

Otro de los retos a superar por los productores está en la distancia entre producción y consumo. Y es que, aunque este último va en aumento, todavía se encuentra lejos de alcanzar los niveles europeos, donde cada habitante compra dos kilos de aguacates por año, frente a los 1,2 kilos de los españoles. En estos momentos, el consumo en el país ronda los 55 millones de kilos y la previsión es alcanzar los 80 en los próximos años. Están por debajo de los 90 millones de producción, pero esta última, según Recatalá, aún tiene mucho recorrido, dado que el mercado nacional consume producto proveniente de América «y, aún así, lo que producimos en España es insuficiente para abastecer el mercado local y el europeo», dice el vicepresidente de AVA.

Es por ello que la Asociación Valenciana de Agricultores y la Asociación de Productores de Aguacates se hallan en plena campaña de promoción del aguacte. De hecho, anunciaron el sábado de la semana pasada en un acto en La Marina de València que ya se puede consumir este producto de proximidad durante todo el año, puesto que las diferentes variedades que se cultivan en el territorio autonómico (Hass, Fuerte, Lamb Hass, Reed, Bacon y Maluma) abarcan el calendario anual al completo.

Cuestión de color

Recatalá, que se inició en la producción de esta fruta hace siete años con el propósito de diversificar su negocio, anteriormente centrado en los cítricos, asegura que la producción de aguacates en la Comunitat Valenciana va a «crecer de forma considerable en los próximos años». Y es que en la autonomía «hay muchas explotaciones jóvenes que todavía no producen, porque los árboles tardan cinco años en dar sus frutos». Aunque, como ha quedado dicho, ya se producen durante todo el año, la variedad más extendida en el territorio es la Hass, porque «es la más fácil de vender y es la que trabajan principalmente los importadores y distribuidores». La temporada de este fruto comienza en noviembre y termina en febrero. Por tanto, está en plena recogida en estos momentos.

Recatalá recordó que «nuestro aguacate cumple con todos los estrictos estándares de calidad que marca la Unión Europea, los más exigentes del mundo, y, por su cercanía a Europa, tiene una menor huella de carbono no solo en el cultivo, sino también en el transporte. Además, apenas consume la misma cantidad de agua que los cítricos».

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