El resultado de las elecciones autonómicas en la ciudad de València hablan de un escenario muy abierto de cara a las municipales, aunque con la extrapolación de los resultados la derecha podría gobernar en el «cap i casal», ya que Ciudadanos, PP y VOX sumarían 17 concejales frente a los 16 del bloque de la Nau, Compromís, PSPV y Podem-EU. En total la derecha ha aventajado en apenas 2.282 votos más a la izquierda en la ciudad.

Tras los resultados del 28A, Compromís se ha convertido en la fuerza más votada en la ciudad de València con un 20,88% de los sufragios, arrebatándole de esta manera la hegemonía al PP, que llevaba seis elecciones siendo el partido con mayor representación en la ciudad. De hecho, los populares se despeñarían en el ranking de apoyos hasta la cuarta posición con el 18,37 % de los votos totales.

Extrapolando a las municipales, la victoria de Compromís sería, sin embargo, la más amarga de todas (tal como le sucedió al PP en 2015), ya que pese a sumar más votos que ningún partido perdería dos de los 9 concejales actuales, quedándose con 7, el mismo número que el PSPV con el 19,68 % de los votos.

Los socialistas, pese a mejorar notablemente su rendimiento en el «cap i casal» (pasarían de 5 ediles a 7), no lograrían su objetivo de mantener el Govern de la Nau ni recuperar la alcaldía. Eso sí, se convertirían en la segunda fuerza del hemiciclo.

La derecha sería la gran beneficiada si se diera en las municipales del 26M un resultado similar al cosechado en las autonómicas. Ciudadanos, tras el sorpasso al PP, repetiría como tercera fuerza en València pero elevando el listón hasta el 18,93% de los votos, pasando de 6 a 7 concejales, suficientes para sumar junto al PP y Vox y conseguir que Fernando Giner fuera el nuevo alcalde de la ciudad.

En cambio, la candidata del PP, María José Català, se quedaría a las puertas de lograr su objetivo con tan solo 6 concejales (se dejaría por el camino cuatro). Por su parte, el partido de ultraderecha Vox obtendría por primera vez representación con cuatro ediles y el 10,69% de los votos, lo que facilitaría el gobierno del tripartito que se hizo la foto en la madrileña plaza de Colón.

Finalmente, Unides Podem-EU se convertiría en la sexta fuerza con representación en el consistorio local con 2 concejales y el 6,93% de los votos. La coalición morada perdería un edil respecto a 2015 y provocaría, junto a Compromís, la caída del Govern de la Nau.

Todo muy abierto

Como hemos explicado al principio del análisis, en realidad el resultado de las autonómicas dejaría un escenario muy abierto de cara a las municipales. Con pequeñas variaciones la balanza se podría decantar a un lado u otro.

El alcalde Joan Ribó repetiría si, por ejemplo, Compromís consigue sumar entre 3.000 y 3.500 votos más, o Unides Podem-EU mejora unos 5.000 votos. Si el PSPV se acerca a la barrera de los 96.000 sufragios (8.000 más) Sandra Gómez obtendría probablemente la vara de mando, contando con que unos y otros se roban electores.

Por la derecha el PP podría recuperar la alcaldía si muchos de sus exvotantes vuelven al partido tras su viaje a Vox. De hecho, con el resultado de las autonómicas los populares se quedarían en la ciudad a 1.543 votos de su séptimo edil, que le podrían arrebatar a Vox.