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Entrevista | Carmen Sancho de Rosa

"A mi sucesora le diré que esto es una lucha diaria... y un master de vida"

La fallera mayor de 2014 apura sus últimas horas convencida de que «estoy preparada para irme»

Carmen Sancho de Rosa. josé aleixandre

Después de un año, y después de tanto derroche de energía, de tiempo, de dinero, de atención, de lo que quiera€ ¿valió la pena?

Valió la pena mil veces porque no he podido ganar más cosas. Esto ha sido un master de vida. He aprendido de la fiesta fallera, de la ciudad, de sus costumbres y tradiciones, de su gente y, sobre todo, de relaciones humanas. Porque este cargo es, sobre todo, eso: darse a los demás. Es verdad que hay algunos actos que son de lucimiento y de homenaje a tu persona, ya sea la proclamación, la exaltación, la Crida€ pero estamos hablando de tres o cuatro. El resto del ejercicio es para los demás, que se llenen de ti, hacerlos felices porque están con la fallera mayor de Valencia, se llame como se llame.

¿Está preparada que el próximo fin de semana no haya coche oficial que la lleve?

Cuando acabé el discurso en la Fonteta, mi sensación era de que estaba preparada para irme. Que había completado el círculo y que, además, no podía haber dado más. Me voy con la sensación del trabajo bien hecho.

Usted ya ha estado con las candidatas a sucederla varias veces ¿Qué les ha dicho?

Que esto es una lucha diaria, como lo es el día a día de la persona. Que si quieren ser fallera mayor, han de asumir la responsabilidad que eso supone. Nadie te obliga a estar ahí, pero una vez estás y te lo han dado, has de dar lo mejor de tí mismo sin importar otra cosa.

¿Y la que le quite el sitio, aunque sea finamente?

Tendrá en mí una amiga para todo. Prácticamente las conozco a todas porque he tratado con ellas durante el año de fallera mayor. De verdad que le deseo lo mejor, que lo haga bien, que asuma esas responsabilidades y que el mundo fallero la trate como a mi.

¿Cuál ha sido la fórmula de éxito para que 2014 sea recordado como el de una gran fallera mayor y una gran corte de honor?

Esto no consiste en «que bien se porta la fallera mayor con su corte». La fallera hace por la corte y la corte, por la fallera. No es mérito mío, sino de todas. Sobre todo, tener sentido común, compañerismo y tener conciencia de que no podíamos defraudar ni a los jurados que nos pusieron ahí, ni a las familias ni, sobre todo, a los que tienen un concepto tan alto de las falleras y que esperan que les alegres con su presencia.

¿Alguna vez han sacado uñas?

Hemos hablado y nos hemos mirado a la cara si ha habido algo que hablar. Y hay que hacerlo aunque se lo tengas que decir, de las otras doce, a la que es más amiga tuya. La consecuencia final es imposible llevarnos mejor. Nosotras y las familias.

¿Qué va a ser de usted?

Recuperar las prioridades que había frenado sin abandonar. Me licencié y en los últimos meses he empezado a preparar las oposiciones a jueza. A eso voy a dedicarme en cuerpo y alma. ¿Cuánto tardaré? Es una carrera de fondo, pero quisiera tardar lo menos posible.

En un mundo tan complicado y serio como la judicatura, ¿no le da miedo que la llaman «la fallera»?

Ser fallera mayor de Valencia me acompañará toda mi vida pero... espero que no. Espero ser la jueza Sancho como lo son otras tantas.

¿Qué opina de la corriente anti «falleramayorismo» que hay en un sector de la fiesta porque dicen que desvirtúa la importancia del monumento fallero?

En la fiesta hay diversidad de opiniones y todas hay que respetarlas. Lógicamente, no puedo estar de acuerdo. La fallera mayor y la corte es una forma de motivar la ilusión por la fiesta. A su manera. Si una mujer se acerca con su hija a pedir hacerse una foto porque dice que «de mayor quiere ser como tú», ¿que mal está haciendo eso a la fiesta? La fallera mayor participa en todos los ámbitos de la fiesta, se la sigue y genera un movimiento de interés por la fiesta, igual que otros lo hacen por el monumento fallero. La fallera mayor es una embajadora de la fiesta y creo que ésta necesita ahora todo tipo de promoción.

Puedo afirmar sin problemas que la fiesta le debe cosas a la figura de la fallera mayor de Valencia; pero ésta le debe a la fiesta todo: su existencia. Y eso es más importante. A la hora de hablar de la importancia del monumento, sólo puedo recordar que soy de la falla del Mercado Central.

¿Necesita el cargo un «plan renove»?

Creo que cada vez tiene más presencia en otros ámbitos, pero porque también las fallas lo han hecho. Hoy te colaboran con la Virgen y mañana con las carreras populares, la solidaridad, los discapacitados€ nos gusta estar cerca de todo lo que es necesario. Hemos dado pasos en ese sentido.

Este año da la sensación de que las críticas a la nueva corte han sido mucho más suaves.

Y me alegro mucho. Es una demostración de que se aprende de los errores. A nosotras nos hicieron mucho daño prácticamente desde el primer minuto. Pero, ahora, vemos que eso nos ayudó mucho: nos dio una fuerza y una unión que, posiblemente, haya sido importante para actuar bien. Y, si te esfuerzas, el fallero es muy agradecido. Ahora espero que las de 2015 tengan la misma unión sin reforzarla en la adversidad.

Una de las críticas más repetidas en los últimos años es el hecho de que salgan elegidas antiguas componentes de la corte de honor infantil. Como usted.

Yo no me presenté como Carmen Sancho de Rosa, corte infantil de 2001. Yo era Carmen Sancho de Rosa, fallera mayor del Mercado Central 2013. Tengo en la memoria vivencias de la corte infantil y, por ejemplo, me ayudó a tener conciencia de grupo, porque si este año era "una", sabía lo que era ser parte de "doce". Me considero afortunada de haber pertenecido a dos grupos humanos fabulosos. A partir de ahí, creo que una infantil tiene el mismo derecho que cualquiera.

Mucho más importante que las críticas, su verdadero drama lo sufrió después de Fallas, cuando falleció Fernando, alguien que era muchísimo más que el marido de su madre. Pero prácticamente ni se notó. ¿Cómo lo hizo?

Me ayudó mucho mi madre, que me dijo que no podía venirme abajo ni por mí, ni por ella ni por él. Me dijo que había que reincorporarse porque lo que había sucedido no lo iba a cambiar que me quedara en casa. Coincidió que esos días no iba a tener agenda y al poco tiempo acudí a un acto vicentino. Me trataron con un afecto muy especial y yo lancé un beso al cielo. Siempre ha ido conmigo. Hasta recibí una carta de una comisión de falla... cada vez que la leo se me ponen los pelos de punta. La verdad es que recibí unas muestras de cariño increíbles.

¿A cuántos actos ha faltado durante el mandato?

¡A ninguno!

Hablando de eso, creo que ha batido todos los récords en las redes sociales. Cada vez que Carmen Sancho de Rosa hace algo, ya tiene doscientos «me gusta» en tiempo récord.

¡Es un halago! A veces me sabía mal porque parecía que en la red lo único importante fuera yo. También creo que este año ha sido de verdad el del auge de las redes sociales. Y también demuestra, por lo que preguntaba antes, que la fallera mayor suscita un indudable interés.

Supongo que, de todas las vivencias de este año, una de las más inolvidables fue el viaje a Rusia que le prometió a usted y a la corte en su discurso de mantenedor. Permítame el modo ironía.

Bueno... después me lo encontré nuevamente. Que si las relaciones con Rusia habían empeorado... le dije que nos conformábamos si nos mandaba a la República Dominicana.

Por último, ¿qué lema le daría a la nueva fallera mayor?

Que no se puede intentar nada: hay que querer o querer. Y hay que hacerlo todo porque hay miles de personas que esperan lo mejor de ti. Y porque vale la pena. No lo olvidará mientras viva.

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