El espolín Fallera Mayor de María Estela levanta su secreto

El Madreperla fue elegido a mediados de octubre después de que la fallera mayor llegara con la idea clara de apostar por la gama del blanco

Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

La exaltación de la fallera mayor de València tiene consolidado un previo más que potente: la "descoberta" del espolín que lleva su nombre -el del cargo, no el de la protagonista cada año-. Con un protocolo en el acto más o menos previsible y con un traje del que se sabe cómo es el dibujo, el interés por parte de esa parte de la ciudadanía fallera especialmente aficionada a la indumentaria radica en conocer tanto el color de fondo como la combinación de los colores para los detalles florales.

Es un momento con su punto de caos, porque se produce a la salida del domicilio de la fallera mayor, donde se arraciman la corte de honor haciéndole pasillo, los medios de comunicación y un más que nutrido grupo de personas, miembros de la comisión, familiares y curiosos varios.

Este año, por ejemplo, la salida de María Estela no fue precisamente de las cómodas, puesto que el portal de su casa tiene una acera más bien corta, una papelera justo a lado y un carril bici -al aparecer, la propia María Estela se trastabilló ligeramente-. Pero lo suficiente como para, en medio de las apreturas y el griterío, pudiera hacer el pasillo, plantarse y girar un par de veces para poder desvelar con cierto detalle ese tan esperado color, el ya enciclopédico Madreperla. Antes de subir al coche oficial.

Las fotos más esperadas

Después, ya en el Palau de la Música, se pudo contemplar con más tranquilidad, especialmente a su llegada o en el escenario.

Sin embargo, un clásico en estos casos es cuando Vives i Marí, levanta el "secreto de sumario" y muestra las fotos del esperadísimo corte de tela antes de ser convertido en traje.

Se trata de unas fotografías que permanecen en la más estricta confidencialidad y que sirven para dejar constancia del trabajo realizado como archivo general de la fiesta y de la propia sedería de Xirivella. Son realizadas por el fotógrafo de confianza de la empresa, Stefano Lacchin, y sirven para poder recrearse en los detalles, algo que no puede hacerse en vivo.

En la explicación del trabajo de este año, la firma recuerda que "se ha contado con la colaboración y gusto personal de nuestra fallera mayor. El espolín, al ser elaborado de forma manual permite elegir los colores y los detalles de cada motivo de forma independiente, aunque sea simétrico y se repita a lo largo del tejido".

"No quería un blanco nuclear"

Tal como se desveló, el color de fondo elegido fue Madreperla, una tonalidad del blanco, una gama que no aparecía en los trajes de fallera mayor de València desde el Blanco Roto de Marta Reglero (2007). "María Estela quería un blanco y llegó con esa idea muy clara. Lo que pasa es que no quería un blanco nuclear. El resultado fue una tonalidad que dio justo con una tonalidad de su agrado". ¿Qué se hace después? Pasar un control previo: "desde que eligió el tono y las combinaciones, en las que también intervino su padre porque es imaginero y entiende bastante de colores, ella volvió para ver la muestra. Con ella en la mano y con el beneplácito, ya empezó a tejerse". Este año, la adjudicación había quedado desierta y la asignación a Vives y Marí fue más tarde en el tiempo de lo normal, cuando había cola de encargos. Sin embargo, se completó "sobre el 12 o 13 de enero". La salida de la tela fue "directamente a La Joia, al taller de Xirivella donde tenían que coser el traje. Allí es donde ella lo vería ya posteriormente". A partir de ahí empezarían las pruebas para, en dos semanas, completarlo.

"Atemporal y elegante"

Vives y Marí lo define como "un tono atemporal, muy elegante, con infinidad de matices que junto con la combinación de colores suaves y empolvados para sus diferentes motivos florales, así como el metal oro volteado crema como principal elemento ornamental" que, todo ello combinado, consigue "una tela repleta de luz y armonía".

En las características técnicas consta que dispone de 38 colores de trama, dos metales (oro volteado blanco y oro viejo) y 6.210 hilos de urdimbre para un "estrecho" de 54 centímetros.

Para Vives y Marí, el ejercicio 2024 tiene un especial protagonismo, puesto que son los responsables tanto de los dos espolines como de las telas de la corte mayor.