Reventón de público en València por las fallas

Ni una aguja. Desde primera hora de la mañana se podía intuir... cientos de valencianos y turistas peregrinan al centro desde los barrios periféricos para ver la mascletà y ver los monumentos falleros. Las calles que conducen comienzan a dar señales de que este fin de semana volverá a ser histórico en cuanto a número de asistentes.

La calle Convento Jerusalén, ganadora del premio Especial en infantil, se convierte en un río de gente para ver la falla y disfrutar del aperitivo y comprar un pañuelo fallero en las paradas de comida rápida y en los puestos de souvenirs. Miles de personas, entre valencianos y turistas, han tomado las calles San Vicente, Xàtiva y Colón para acercarse a la mascletà, a las fallas de La Roqueta y al Pilar.

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Un exhaustivo recorrido en imágenes por las fallas de Especial

Por el otro lado, la plaza de la Reina es un continuo de gente paseando por la ciudad que es un perfecto caos organizado. Las charangas, las batucadas y los grupos de tabal i dolçaina improvisan sus actuaciones en plena calle rodeados de decenas de curiosos. Miles de valencianos llegados de la periferia y el área metropolitana han tomado el espacio público. Muchos han llegado andando desde la Avenida del Cid hasta El centro. Las fallas son para andar. Eso sí para casi todo hay mucha cola y en demasiados barrios del centro hay aglomeraciones y calles a punto de colapsar. Lo más negativo, pese a los refuerzos se sigue viendo papeleras y contenedores llenos de basura, latas y botes sobre todo. Y en Ciutat Vella y Russafa se han vuelto a ver incívicos orinando en la vía pública, en fachadas y esquinas. Valencia bulle. Han llegado miles de turistas, muchos nacionales y extranjeros. Las fallas le dan la vuelta a la ciudad. Casi todo es un río de gente con blusón, pañuelo fallero, moños de fallera e indumentaria de la fiesta.

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