La Ofrenda apunta a unas cifras de récord tras completarse la segunda jornada

La sesión «corta» también acumula retrasos, pero no tan exagerados como una primera jornada que batió récord de retraso, pero también de participación, superándose la cifra de 60.000 personas sin contar las entidades invitadas

La remozada imagen de la Virgen luce casi completamente llena de flores, en el tramo final del festejo.  f.bustamante

La remozada imagen de la Virgen luce casi completamente llena de flores, en el tramo final del festejo. f.bustamante

Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

La Puerta de los Apóstoles se abrió, en sentido figurado, para rematar la Ofrenda de las Fallas 2024. Un desfile que tiene una cosa buena y una cosa mala. La buena, que tiene un vigor excepcional, seas creyente o agnóstico, vayas por compromiso o por convicción. La mala, que el acto amenaza con convertirse en indomable. No es baladí que el acto parezca más una crónica de sucesos -retrasos, incidencias...- que un relato sobre la espectacularidad de una jornada en la que si cada fallero hablar y diera un porqué, se podría escribir una historia de vida y emoción.

Eso se lleva de serie, por lo que el aspecto organizativo es el que ocupa y preocupa más. Sobre todo, después de lo vivido en la jornada del domingo. Puede decirse de la jornada de ayer que fue mucho más suave. Y es normal porque había menos tránsito general. Y eso permitió, tal como andaban las previsiones, que los retrasos no fueran tan groseros como en la primera jornada. Aun así, la premisa era bien clara: «Rogamos a los participantes que no se detengan», «gracias por no pararse». Aquí lo que importa es que la gente pase y no se enrede, más cuando hay gente detrás esperando. De esta manera, la Ofrenda marchó más con horario fallero; es decir, con el previsto más media hora suplementaria. O algo más según momentos.

Y todo esto ha pasado, fundamentalmente por la participación. Sirva el dato, casi escalofriante, de las cifras del primer día: más de sesenta mil participantes contando sólo falleros y músicos, que si se hubiese incorporado a los invitados aún habría subido alguna unidad de millar más. Más de 60.000 personas, con una proporción de un 25 por ciento de niños y un 75 de adultos. Una Ofrenda de récord. De participación, y, el domingo, de retraso. Una cifra que amenaza con triturar los registros a poco que la segunda jornada también se disparara dentro de sus límites.

La Ofrenda de 2025 será más suave

Pero el festejo necesita una repensada si es verdad que estas cifras van a ser persistentes. Y eso, a pesar de que los pasos para cruzar funcionaron con diligencia gracias al trabajo de la Policía Local. Si no se revisa, amenaza con convertirse en carne de debate político. Lo cierto es que los recorridos son los que son y que, con una participación y una expectación cada vez mayor, los retrasos pueden acumularse.

Lo cierto, sin embargo, es que la Ofrenda del próximo año se celebrará en lunes y martes, lo que prevé que tenga mucho menos caos porque las fiestas de 2025 será «en familia», con muchos menos visitantes en los cuatro días grandes. Pero será un problema que persistirá. Mientras todo esto sucedía, las comisiones seguían disciplinadamente su camino. Que la fiesta se acaba.