El bar del Hogar del Jubilado de Rafelbunyol recibió ayer por la tarde la visita de la Sexta Flota de los Estados Unidos de América. Lo hizo, al menos, en el recuerdo de varios de los vecinos que se reunieron en el local y que muchos años antes (63 para ser exactos) presenciaron un hecho singular, casi cinematográfico. Berlanguiano, incluso: la llegada de los marineros norteamericanos al pueblo, su recibimiento por autoridades y falleras, y el doble encuentro deportivo „fútbol y beisbol„ que disputaron los jóvenes de la localidad contra los «yanquis».

La intención del acto de ayer era recoger el mayor número de testimonios posibles, e incluso imágenes fotográficas de aquella jornada, para elaborar un documental. La obra ya tiene título „«Good Bye Mr. Marshall»„, productora „Besafilms„, y directora: la cubana Ana Victoria Pérez. Ya se ha encargado al compositor local Jesús Salvador, Chapi, que elabore la banda sonora, que será interpretada por la Sociedad Musical La Primitiva. Incluso cuenta con el apoyo financiero del IVAC, y la posibilidad de ampliar las ayudas económicas gracias a la Generalitat de Catalunya y el Gobierno cubano. «Mi intención es, a través de lo que ocurrió aquel día en Rafelbunyol, establecer una conexión con lo que también está ocurriendo ahora en Cuba, con la visita a Obama y el reestablecimiento de las relaciones con Estados Unidos», explica Ana Victoria a Levante-EMV.

Pero paralelismos e interpretaciones históricas aparte, la fuerza de «Good By Mr. Marshall» recaerá en los recuerdos de aquel 9 de enero de 1953 que mantienen los vecinos de Rafelbunyol que estuvieron allí. Ha sido el ayuntamiento, a través de la concejalía de Cultura que dirige Alicia Piquer, el que, tras conocer el proyecto cinematográfico, el que ofreció a Besafilms organizar el encuentro de ayer en el Hogar del Jubilado. «No podíamos dejar pasar esta oportunidad de que nuestro pueblo también sea conocido por cosas buenas como va a ser esta película», señaló Piquer antes de que los asistentes pudieran disfrutar de un pequeño adelanto de la producción que se ha hecho con varios testimonios y retazos del «Bienvenido Mr. Marshall». Y es que no es difícil acordarse de aquellas castellanas vestidas de andaluzas en el film de Berlanga cuando uno descubre que el consistorio de Rafelbunyol alquiló los trajes de fallera para que las jóvenes recibieran a los americano

s, ni comparar al voluntarioso Pepe Isbert con el alcalde Francisco Piquer, Francisquet, auténtico impulsor de la visita de la VI Flota a su pueblo.

Entre el público estaban ayer tres de los testigos de la visita que también han sido entrevistados para elaborar el «teaser» de «Good Bye Mr. Marshall». Una es Lolita Piquer, que por aquel entonces tenía 22 años y que ahora, a los 85, recuerda con detalle el acontecimiento. «Me acuerdo aún porque soy muy "sabuda"», asegura sin rubor mientras muestra la fotografía en la que aparece ella vestida de «huertana», los soldados estadounidenses y las autoridades locales. «Eran muy guapos y muy simpáticos. Nosotros les hablábamos a ellos y ellos a nosotros pero ninguno nos enterábamos de lo que decían los otros. Así que nos reíamos y ya está». Amparo Díaz tiene ahora 81 años y también aparece en la foto de las falleras. Por aquel entonces tenía 17 años y, según contaba ayer, se llevó «una gran impresión porque no había visto una cosa así en la vida».

«No eran rivales para nosotros»

Si el recibimiento con falleras y autoridades políticas, religiosas y beneméritas fue espectacular, no lo fue menos el partido de fútbol que disputó el equipo local contra una selección formada por los marineros. Estos últimos no habían dado una patada a un balón redondo en su vida, por lo que la paliza que los locales dieron a los visitantes era tan épica que el alcalde tuvo que amenazar a sus vecinos con la cárcel (y ordenar parar el partido cuando este iba 6-0) para que los norteamericanos no vieran su orgullo aún más herido. «Yo era un centrocampista de los leñeros „recordaba ayer Ramón Benlloch, uno de los jugadores que disputaron aquel encuentro «internacional»„. Pero ese día me tocó contenerme. En eso, Estados Unidos no era rival para nosotros».