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Un nuevo barrio de Godella con 1.500 vecinos

El ayuntamiento expone a la ciudadanía los detalles del PAI que contempla 447 viviendas - Los colectivos contrarios a la actuación piden un referéndum para que decida el pueblo

El equipo de gobierno expone el PAI

El equipo de Gobierno de Godella, formado por PSOE y Compromís, organizó ayer una encuentro abierto a la ciudadanía para poner luz y taquígrafos sobre el PAI que afecta al sector 31-32, y que es rechazado por un nutrido grupo de vecinos, a tenor de las cerca de 3.300 firmas presentadas contra la actuación. Tanto la alcaldesa Teresa Bueso (PSPV) como el concejal de Urbanismo, Carles Duran (Compromís), explicaron los pormenores de la actuación urbanística, los inconvenientes, sobre todo económicos, de paralizar el PAI y los condicionantes del interés general.

Así, el sector 31-32 se sitúa al norte de la urbanización de Campo Olivar, en una zona denominada Cañada de Trilles o la Torreta del Pirata. Se trata de un espacio de unos 149.000 metros cuadrados de suelo urbanizable.  Según expuso ayer Carles Duran, el proyecto contempla hasta 447 viviendas, distribuidas en 15 parcelas. La actuación permitirá la edificación de baja intensidad, con casas unifamiliares y adosados, y de carácter abierto destinada a vivienda plurifamiliar. En las primeras, el suelo permite entre dos y cuarenta inmuebles individuales o aislados por solar (con un máximo de dos alturas y una cornisa de siete metros), mientras que cinco parcelas aglutinarán las 330 plurifamiliares: tres plantas, con una altura máxima de 9 metros. Una de estas pastillas, de cerca de 8.000 metros de superficie, será de propiedad municipal para la construcción de 58 viviendas sociales.

Pero el PAI no solo contempla nuevas viviendas, que aumentarán la población en unas 1.500 personas, lo que representa más del 11,5% de los actuales 13.027 habitantes. La actuación incluye el Parc de la Torreta, una superficie verde de 13.352 metros, que incorpora los restos de la torre y la cantera, con vistas panorámicas al ser el punto más alto de la localidad. A esto se suma, la zona verde de Ermita Nova, con más de 1.749 metros. En este sentido, el ejecutivo sostiene que aplicará en la zona la ordenanza de protección del arbolado. En la actualidad, el sector tiene 746 árboles y que después de la ejecución del PAI habrá 934. También se aumentan las aceras, habrá carriles bici, así como mejora de la iluminación y el mobiliario urbano.

El otro punto sobre el que versó la exposición fue el problema de las inundaciones y los efectos agravantes que podría tener el plan urbanístico. El consistorio asegura que el agente urbanizador acometerá la gestión de pluviales: se reducen las aportaciones al Barranc dels Frares y se soluciona la inundabilidad en el Barri de Conxeta. Para ello, detallaron , se aplicarán soluciones basadas en la filtración del agua al subsuelo, la inclusión de depósitos para recoger el agua de los primeros diez minutos de lluvias y una balsa de laminación para un volumen de 8.325 metros cúbicos.

El ayuntamiento recalcó ante la ciudadanía que podría desclasificar el suelo afectado en el sector y convertirlo en no urbanizable, pero se enfrentaría a indemnizaciones millonarias. También justificó la no caducidad del PAI, que ya trató de aprobar sin éxito hace unos años, porque no garantizaría “las mejoras que ahora se han conseguido” tras negociar con el agente urbanizador, como la obtención de una parcela de dotacional privado de 5.975 metros, amén de más indemnizaciones. Además, aseguran que este remozado PAI aporta viviendas protegidas, mejor gestión de las pluviales y mejoras en zonas verdes y equipamientos.

Asistentes a la exposición que hizo el ayuntamiento

Fuerte oposición al proyecto

Pero los contrarios al plan se mantienen en sus trece. Y así lo hicieron saber durante el encuentro. La Asociación de Vecinos Salvem la Torreta del Pirata calificó la actuación del ejecutivo de “falta de ética”, ya que, “ante el rechazo que ha suscitado el plan deberían haber debatido aprobar la exposición pública del proyecto en un pleno y no en junta de gobierno”. En este sentido, recordaron que presentaron el mismo día de la aprobación más de 3.300 firmas, 1.700 de residentes de Godella. Ahora han aportado otras 200 firmas, lo que supone el 15% del censo del municipio. “Con este aval podemos solicitar un referéndum para que la ciudadanía diga si quiere o no el PAI”, aseguraron. De hecho, afirmaron que muchos de los votantes de PSOE y Compromís “esperaban que el gobierno caducara el PAI, tal como decían sus programas electorales, no que lo desarrollara. Han mentido a la gente y deben dejar que los vecinos decidan si quieren un PAI perjudicial para el pueblo o no, y no realizarlo porque quiera el gobierno”. 

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