Racismo institucional

El consulado de Honduras pide al alcalde de Rocafort que sancione a los policías implicados en la agresión a su compatriota

Los representantes diplomáticos del país solicitan al consistorio que les apoye para "detener la expulsión del chico", que tiene una orden para ser deportado del país

Un joven hondureño denuncia un puñetazo de un policía tras decirle: "Te voy a mandar a tu país"

Levante-EMV

Gonzalo Sánchez

Gonzalo Sánchez

El Consulado de Honduras en València pide al alcalde de Rocafort, Rafael Ferrando, que informe de "las sanciones impuestas a los agresores" del joven hondureño que recibió un puñetazo en el estómago por parte de un policía local de prácticas de Burjassot mientras "los otros agentes sonreían y le decían irónicamente 'te descuidaste'".

Representantes diplomáticos del país presentaron este miércoles un escrito para el alcalde en el que solicitan una reunión y que les apoye para "detener la expulsión del chico". Además de sufrir esta agresión, al joven se le ha incoado un procedimiento sancionador por estancia irregular en el país y otra propuesta de sanción por supuesta tenencia de drogas, acusación que él niega.

El consulado también pide un encuentro con al delegada del Gobierno Pilar Bernabé, para explicarle la situación del joven e intentar que se archive su procedimiento de expulsión. Organizaciones como Valencia Acull denunciaron los hechos como "un ejemplo más de racismo institucional"

Los hechos sucedieron el pasado 17 de octubre, cuando un policía local en prácticas de Rocafort propinó un puñetazo en el estómago aun joven hondureño tras decirle: “Vas de chulo, sois todos iguales, te voy a mandar a tu país”. El joven, que paseaba con el monopatín por Burjassot fue retenido por varios agentes y denunció la agresión, que fue grabada por varios vecinos.

En el vídeo se puede apreciar que el joven no ofrece resistencia durante la retención y se retuerce de dolor tras el golpe. Tras la agresión, la policía le ha incoado una sanción por estancia irregular en el país y otra propuesta de sanción por tenencia de drogas, algo que él niega.

El alcalde de Rocafort, Rafael Ferrando, aseguró al conocer los hechos que "actitudes como esta son intolerables en nuestro municipio", y que se va a abrir expediente al policía local en prácticas identificado como autor de la agresión. Ha remarcado que "conductas como esta no se pueden tolerar de ninguna manera".

En la madrugada del pasado 17 de octubre, J. E. regresaba a su casa en monopatín después de pasar un rato con sus amigos y vio a varios policías haciendo un control de alcoholemia en la calle Mariano Ribera de Burjassot. Asegura que siguió su camino pero al pasar junto a los agentes le pararon y le indicaron que se quitara los cascos. Entonces le preguntaron si llevaba algo que le comprometiera, “les dije que un grínder y lo entregué sacándolo de la riñonera”, explica en la denuncia.

El afectado explica que comenzaron a registrarlo y un policía le empezó a empujar hacia una esquina. El joven se molestó con su conducta y le indicó que “si quería que me moviera que me lo dijera sin necesidad de empujarme”. Se colocó con los brazos cruzados contra la pared a la que le empujó el agente. Entonces, según dice, el mismo policía empezó a insultarme; "vas de chulo, sois todos iguales, te voy a mandar a tu país". Tras esto le preguntó por unos chicos hondureños con los que habían tenido un problema el día anterior; "le contesté que no los conocía y me amenazó: 'si te pego una, no me la aguantas'". La víctima ha acudido al Programa de Igualdad de Trato y No Discriminación de València Acull para denunciar los hechos.

Un fuerte puñetazo en el estómago

El joven asegura que a pesar de eso se mantuvo tranquilo (como se ve en el vídeo) pero el agente "hizo un rápido movimiento con una mano, me separó los brazos y me dio un fuerte puñetazo en el estómago". El golpe le dejó sin aire, le hizo retorcerse de dolor y acabó vomitando. También critica que "le pedí agua a uno de los policías pero no me la dio y me dijo en tono irónico 'te descuidaste'".

La calle donde se produjo la agresión es el linde entre los términos de Burjassot y Godella. Fue la Policía Local de este segundo municipio quien pidió la colaboración de la Policía Local de Rocafort, ya que los agentes habían detectado un vehículo cuyo conductor aparentaba estar bebido, pero no disponían de etilómetro. Por esa razón, la patrulla de Rocafort, de la que formaba parte el ahora investigado, acudieron al lugar y realizaron la prueba de alcoholemia al conductor, que dio positivo. Fue justo después cuando J. E. pasó causalmente al lado de los policías, y el presunto agresor le increpó sin más.

Tras pararlo e identificarlo, le ordenaron quedarse quieto mientras llegaban sus compañeros, que le hicieron firmar la citación para esa misma mañana con la Brigada de Extranjería de la comisaría de Burjassot para iniciarle el procedimiento por estancia irregular "como supe cuando me presenté", cuenta. Cuando se fue la policía, varios vecinos que presenciaron la agresión bajaron para ver cómo estaba, según explican.