Elecciones EEUU 2024

Biden y los demócratas, en alerta y organizados ante la candidatura de Kennedy

El Comité Nacional Demócrata y varios grupos afines a Biden tratan de frenar al independiente, que esta semana presentó a su candidata a vicepresidenta

Su impacto en el duelo entre Biden y Trump puede ser decisivo si se asegura la presencia en las papeletas de varios estados bisagra

El candidato independiente a las elecciones presidenciales de EEUU, Robert F. Kennedy Jr., y su aspirante a vicepresidenta, Nicole Shanahan, en la presentación de la segunda en Oakland.

El candidato independiente a las elecciones presidenciales de EEUU, Robert F. Kennedy Jr., y su aspirante a vicepresidenta, Nicole Shanahan, en la presentación de la segunda en Oakland. / EFE

Idoya Noain

Ganar no es lo único que cuenta. Robert F. Kennedy Jr, el miembro de la legendaria dinastía demócrata de Estados Unidos que tiene en marcha una candidatura independiente para las presidenciales de noviembre, no tiene opciones reales de imponerse en esas elecciones. Descartar su potencial impacto en el duelo que libran por la Casa Blanca su actual ocupante, Joe Biden, y el anterior, Donald Trump es, en cualquier caso, un error. Y el nivel de alerta y organización en el campo demócrata para tratar de frenarlo demuestran que son conscientes de la amenaza que representan los terceros partidos y, especialmente, Kennedy.

En las encuestas el hijo del malogrado fiscal general y sobrino del también asesinado presidente JFK, de 70 años, aparece de momento con los mejores índices de apoyo que ha tenido ningún independiente desde Ross Perot en 1992. En la media nacional de sondeos que mantiene Real Clear Politics, donde este jueves Trump aparecía tres puntos por encima de Biden, él contaba con más del 10% de apoyos en las encuestas que incluyen a la casi segura candidata del Partido Verde, Jill Stein (2%) y al también independiente Cornel West (1,9%).

Hay expertos que recuerdan de que esos sondeos, a más de siete meses de las elecciones y a nivel nacional, no son relevantes. Kennedy enfrenta aún algunos de los grandes retos que históricamente lastran a las candidaturas independientes, que en EEUU deben superar grandes barreras logísticas y económicas para asegurarse su presencia en las papeletas de cada estado. Pero con entrar en las de varios de los bisagra que serán clave, Kennedy podría ser un elemento de disrupción determinante en unas elecciones donde hay abundante descontento con tener que elegir entre Biden, de 81 años, y Trump, de 77.

Un puñado de votos en un puñado de estados

A nadie en el campo demócrata se le olvidan los fantasmas del año 2000 y de 2016. En el duelo entre George W. Bush y Al Gore el primero acabó recibiendo la victoria (por decisión del Tribunal Supremo) con escasos 550 de ventaja en Florida, un estado donde el independiente Ralph Nader había recibido 97.000 votos. En el duelo entre Hillary Clinton y Trump, Stein obtuvo más votos que el margen de derrota con el que la demócrata vio escapar Michigan, Wisconsin y Pensilvania.

De momento Kennedy solo ha logrado garantizar su presencia en las papeletas en Utah. Pero su estrategia está ya diseñada. Su campaña y el Supercomité de Acción Política que le apoya, American Values 2024, afirman que tienen firmas suficientes para asegurar que se incluye en siete estados más, entre ellos están algunos de los bisagra fundamentales como Arizona, Georgia, Carolina del Sur, Michigan y Nevada, aunque en este último puede que se invaliden porque no había cumplido con un requerimiento estatal: el de incluir en las aplicaciones su candidato para la vicepresidencia.

El dinero de su vicepresidenta

Desde el martes, Kennedy ya tiene oficializado quién será su número 2. Se trata de Nicole Shanahan, una multimillonaria emprendedora de 38 años, abogada de Silicon Valley, que estuvo casada y tuvo una hija con el cofundador de Google Sergey Brin, del que se divorció en 2022 poco después de un rumoreado romance con Elon Musk (que tanto ella como el fundador de Tesla han negado). En el pasado había donado con frecuencia al Partido Demócrata, que ahora ha abandonado, pero ha estado donando a Kennedy, incluyendo cuatro millones de dólares que ayudaron a pagar un anuncio durante la Super Bowl.

Shanahan no tiene experiencia política. No tiene tampoco el reconocimiento de nombre que hasta ahora ha sido tan fundamental para que Kennedy logre el respaldo que muestran los sondeos. Pero tiene algo que es fundamental para una campaña independiente: dinero. Financiando la campaña de su propio bolsillo, podría hacer aportaciones ilimitadas, inyecciones que podrían invertirse en publicidad, campañas de movilización de votantes, viajes y otros gastos que enfrente la campaña.

Ofensiva

Sobre el papel Kennedy, el candidato incómodo, podría arañar votos tanto de Trump como de Biden pero el riesgo mayor lo representa para el demócrata. Su candidatura despierta interés especialmente entre jóvenes y entre minorías, precisamente dos de los bloques de la coalición con que Biden ganó en 2020 en los que ahora el apoyo al demócrata se resquebraja.

La ofensiva para tratar de frenarlo se ha puesto en marcha. El Comité Nacional Demócrata (DNC por sus siglas en inglés) ha creado una unidad especial centrada exclusivamente en lidiar con el reto que plantean los terceros, apoyada también por una ofensiva legal para plantear casos en los tribunales y desde fuera por un Super PAC, Clear Choice, centrado también en esta misión.

La influencia de Clear Choice y otros Super Pac como Third Way, así como la de Bill Clinton, han sido importantes para que No Labels (Sin etiquetas), un partido de nueva creación que intentó buscar una tercera vía, no haya encontrado aún candidatos. Y a la par que se diluye su amenaza, se eleva la de Kennedy. “Aunque nadie sabe precisamente cuál será el impacto, cualquier cosa que divida la coalición anti-Trump es peligroso”, ha asegurado Matt Bennett, uno de los fundadores de la centrista Third Way.

“En 2000 y 2016 ignoramos a los candidatos independientes y del Partido Verde y no podemos permitirnos hacer eso en 2024, cuando esperamos unas elecciones muy reñidas”, ha explicado Lis Smith, una de las integrantes de la nueva unidad del DNC. “No damos nada por sentado en estas elecciones y por eso echamos esto a andar ahora”, ha dicho Matt Corridoni, otro de los integrantes de ese equipo.

La estrategia, en palabras de Corridoni, tiene dos partes. Por un lado, asegurarse “de que todo el mundo cumple las reglas”. Por otro, “asegurar que los votantes tienen toda la información, especialmente en lo que se refiere a la financiación de Kennedy por donantes MAGA para que sea una pantalla para Donald Trump”. Aunque no lo dijera, se refería a las donaciones de 15 millones de dólares que ha hecho en apoyo a Kennedy Timothy Mellon, heredero de una de las grandes fortunas de la banca, que también ha donado 10 millones a grupos de apoyo a Trump.

Los demócratas también tratan de subrayar el rechazo del propio clan Kennedy a su candidatura. El día de San Patricio, en un mensaje cristalino, Biden se tomó una foto con 50 miembros de la familia, que repetidamente han mostrado en público y en privado su respaldo al presidente y han repudiado algunas de las posiciones y declaraciones más polémicas de RFK Jr , especialmente en lo que se refiere a su escepticismo ante las vacunas.

La vía libertaria

Kennedy podría también acabar intentar ser elegido como candidato del Partido Libertario, una formación establecida que celebra su convención en mayo en Washington y que le garantizaría su presencia en papeletas de todo el país. Aunque su rechazo a dar más ayuda a Ucrania le acerca a la agenda no intervencionista y contra la guerra de los libertarios, su apoyo incondicional a Israel le aleja.