Ecuador

Alertan de un intento de suicidio del exvicepresidente de Ecuador detenido en la embajada de México

Según medios locales, el político habría sido trasladado al Hospital Militar, en Guayaquil, debido al consumo de una sobredosis de medicamentos

El exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas.

El exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas. / EP

Abel Gilbert

El exvicepresidente Jorge Glas, quien fue capturado durante la violenta irrupción policial en la Embajada de México en Quito y luego trasladado a una cárcel de máxima seguridad, tuvo que ser trasladado de urgencia al Hospital Militar en la ciudad costera de Guayaquil debido a una sobredosis de medicamentos. La hipótesis de un intento de sucididio fue sugerida por los medios de prensa. De acuerdo con el Servicio Nacional de Atención Integral a las Personas Privadas de la Libertad (SNAI), la salud de Glas es estable tras haber tomado cartas en el asunto.

Sin embargo, el mismo organismo, reconoció la existencia de un incidente que obligó a actuar con celeridad porque el exvicepresidente del Gobierno de Rafael Correa no había respondido a los llamados en horas de la mañana cuando pasaron los carceleros. "Se activaron los protocolos de seguridad y, con personal del Ministerio de Salud, se diagnosticó que habría sufrido una descompensación por su negativa a comer durante las últimas 24 horas". Glas permanecerá en "observación" antes de retornar a la unidad penitenciaria.

"Era lo que temía. Los canallas saltarán de alegría. ¡Fuerza, Jorge! Los corruptos siempre fueron ellos", reaccionó Correa desde su exilio en Bélgica. El exmandatario responsabilizó de la situación personal de Glas y la crisis política al actual jefe de Estado, Daniel Noboa. "¡Ya es demencial! Este niño rico nos llevará a la ruina", dijo en referencia a su condición de hijo del principal magnate de ese país, Álvaro Noboa.

En este contexto, RC y los abogados de Glas, Sonia Vera y Christophe Marchand, no solo expresaron su temor por la situación del exvicepresidente. Se mostraron a su vez completamente escépticos ante la posibilidad de que la justicia responda positivamente al pedido de habeas corpus en favor del exvicepresidente.

Reacción de Noboa

El Gobierno tiene dos frentes problemáticos desde el asalto de la legación mexicana que derivó en la ruptura de las relaciones. De un lado, el repudio regional e internacional por violar la Convención de Viena, que se ha manifestado en la declaración de la Organización de Estados Americanos (OEA) y en una inminente postura similar de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac).

Al mismo tiempo, los vínculos de Noboa con la oposición también se han roto. Revolución Ciudadana (RC), el partido que responde a Correa y es la primera minoría parlamentaria, encabeza las voces de rechazo a lo que consideraron una peligrosa aventura presidencial.

El presidente defendió la embestida contra la residencia del embajador como una medida para "proteger la seguridad nacional, el Estado de derecho y la dignidad" de Ecuador. Su Gobierno, remarcó, no podía permitir que asile a personas que han estado "involucradas en crímenes muy graves".

Noboa especialmente criticó al propio Correa por calificar el asalto de la embajada de un "acto de guerra". Sin mencionarlo, acusó al exmandatario de anteponer "sus intereses y proyecto político por encima de la soberanía, dignidad y la justicia" del país. "Unos políticos ecuatorianos caducos han solicitado a México que nos declare la guerra, y a la comunidad internacional que nos sancione económicamente, incurriendo en una traición a la Patria nunca antes vista".

Según Noboa, su Gobierno "respeta a todas las naciones y el derecho internacional" y está dispuesto a resolver sus diferencias con México. "Pero la justicia no se negocia", dijo, en una reafirmación de lo actuado.