Róber Pier

Róber Pier: "Ese penalti me destrozó, hice de todo por ascender"

«Calleja y Felipe me transmitieron su deseo de que siguiera. Contaban conmigo. Pero necesitaba un cambio», confiesa el central

Rober Pier, con la camiseta del Sporting. | SD

Rober Pier, con la camiseta del Sporting. | SD

Rafa Esteve

¿Qué tal está?

Muy bien. Estoy muy feliz en Gijón, donde estoy más cerca de casa. Contento, la verdad.

¿Cómo ve al Levante de cara al próximo domingo?

Ahora mismo, el Levante se encuentra a una distancia un poco lejana, pero se debe a la racha que está teniendo. Además, creo que en esa mala dinámica han tenido partidos en campos muy difíciles. Dentro de lo que cabe, es una distancia que no es tan larga después de lo que han vivido. El Levante tiene una plantilla muy buena. Han hecho un buen equipo, con muy buenas individualidades, y pueden ganar a cualquiera. Es algo que tengo clarísimo. Con Felipe al mando creo que van a simplificar un poco más. Me espero una idea más ordenada y más rigor, pero son peligrosos en todas las formas. Respetamos mucho al Levante. En el club, y cada uno de mis compañeros, pensamos que va a ser un partido muy complicado.

Será, sin duda, un partido especial para usted.

Sí, sin duda. Tengo muchas ganas de volver a estar allí. Va a ser una sensación extraña, pero me hace mucha ilusión regresar a ese estadio, ver a los trabajadores que saludaba siempre, dar abrazos a gente que llevo mucho tiempo sin ver… Me apetece mucho ese día.

¿Qué balance extrae de sus siete años como levantinista?

Los años en los que estuve disponible siempre jugué mucho. He tenido rachas de no jugar, como en la primera vuelta de la temporada del descenso, pero luego acababa siendo importante. Con mi época en el Levante me siento orgulloso, incluso con mi último año. Creo que hice una buena temporada y estuve muy bien. Siempre hay errores por el camino, como todos los jugadores, pero, pese a cómo acabó todo, me siento orgulloso de mi etapa en el Levante.

Sin embargo, el desenlace de su etapa fue muy doloroso.

Sí… Fue un final cruel, doloroso y un shock bastante grande, la verdad. Pero bueno… Son cosas que pasan en la vida. No sé si mi nombre quedará grabado por ese penalti. Fue un momento muy jodido, pero haciendo balance, y viendo las cosas con perspectiva, no me reprocho nada. Es una jugada desafortunada, que podría haber pasado en otro momento o en otro partido, pero me tocó sufrirlo así y vivir un momento muy complicado.

¿Pasa mucho por su cabeza esa acción?

No lo he olvidado, pero no lo tengo en la cabeza. Para nada. Lo superé perfectamente. Las cosas se dieron así y tampoco puedo hacer nada al respecto. No hay más. Estuve unos días muy jodido, pero cuando volví a mi casa, y vi a mi familia jodida, llorando y con una pena gigante, porque saben lo que me importaba ascender con el Levante, se me pasó un poco. Llegué a la conclusión de que no tenía que permitir esa tristeza.

¿Cómo recuerda la jugada?

Buf… Recuerdo que fue un córner, sale el balón hacia el rechace y, al no haber nadie para salir, decido hacerlo a la desesperada en un momento en el que el jugador del Alavés tiene posición de remate. Intento tapar el mayor espacio que puedo y, cuando recorta, estoy girando y la inercia de mi brazo hace que el balón, después de tocar en mi cadera, impacta en el brazo sin yo saber dónde está el balón. Al final, cuando pasó todo, y la gente me venía y me decía tanto que no era penalti, como que sí que lo era pero que no pude hacer nada, decidí no darle más vueltas. Lo pitó y ya está. Punto. ¿Me destrozó en ese momento? Sí. Mucho. Pero no me paré a pensar. Decidí no hacerme preguntas ni enrabietarme buscando una explicación. Nos quedamos sin ascender y no te imaginas lo que me duele. Era mi objetivo y mi ilusión, porque mi sueño era darle esa alegría a todo el mundo. Fue por lo que estuve luchando, como el que más, los últimos meses. Las formas, o lo que opinara un árbitro, no iba a estar en mi cabeza. Decidió pitarlo y ya está. No podemos hacer nada más. Mi pensamiento fue el de asumir los daños y, sobre todo, curar las heridas. Intenté no pensar en por qué me pasó a mí. No estoy hundido por esa acción, aunque lo pasé muy mal.

¿Y las horas posteriores al fatídico desenlace?

Fue una noche complicada. Menos mal que tenía un amigo en Valencia, porque si no… Salí el último del vestuario, después de horas y horas sin poder ni levantarme de mi sitio, llorando… Lloré por muchas cosas.

En la publicación que subió tras caer ante el Alavés, Iborra, en un largo mensaje, le escribió las siguientes palabras: «te vi llorar porque no sabías si ibas a poder llegar al partido e hiciste todo lo posible por ello. Lo conseguiste dándonos una gran lección».

Sí. Ese momento fue muy duro. Después del encuentro de ida contra el Alavés, noté una molestia en el recto y fui inmediatamente a hacerme una prueba. Estaba muy nervioso porque sentí algo raro. Y pensar que podía haber alguna lesión, hizo que entrase en la resonancia llorando. Estaba muy sensible ese día por si me perdía la final. No quería perdérmela bajo ningún concepto. Quería estar en el campo y ascender. Llegué a Buñol y, al tener aún el susto en el cuerpo, me puse a llorar en el vestuario con los médicos. La resonancia indicó que tenía algo, pero era muy pequeño. Toda esa semana me traté mañana y tarde. Hice de todo por estar. Cuando estaba llorando con los médicos, me fui al baño un momento, destrozado por cuestiones de sensibilidad, me vi a Iborra y le conté cómo me sentía. Por eso me dolió como me dolió. La gente, igual, no lo entiende o no se lo cree, pero todas mis ganas estuvieron en conseguir ese ascenso.

¿Se le ofreció continuar en el club pese a no subir a Primera?

Mantuve un intercambio de mensajes con Calleja y con Felipe en los que me transmitieron su deseo de que siguiera. Contaban conmigo. Pero necesitaba un cambio. Ese fue el motivo de mi decisión. Por cómo había terminado todo.

¿De haber ascendido hubiera seguido en el Levante?

Creo que, después del año que había hecho, y cómo me había entregado, me hubieran ofrecido seguir. No lo sé, no soy adivino, pero creo que se hubiera dado la circunstancia.

¿Cómo cree que le recibirá el Ciutat de València?

No lo sé… Sinceramente, creo que hay gente que me tiene mucho cariño, otra que me tiene mucha rabia y otra a la que le daré igual. Como me reciban lo voy a asumir, no tengo nada que decir. Son libres de expresar su opinión. Le tengo mucho cariño al club, a la afición y a todo el mundo. El respeto hacia el Levante y a su gente es máximo. Los recuerdos que tengo de mi etapa en el Levante, y el mutuo cariño, es lo que me llevo.