"Este coworking nos da la posibilidad de trabajar en el pueblo con las facilidades de la ciudad"

Tres personas trabajan en el espacio cooperativo de Casas Bajas "con unas vistas envidiables" y estableciendo sinergias entre ellos

El servicio es gratuito gracias al ayuntamiento y dispone de fibra óptica y material de oficina

La sede de Cruz Roja en el Rincón de Ademuz se ha situado en Casas Bajas, en el coworking impulsado por el ayuntamiento.

La sede de Cruz Roja en el Rincón de Ademuz se ha situado en Casas Bajas, en el coworking impulsado por el ayuntamiento. / L-EMV

Amparo Soria

Amparo Soria

Son tres las personas que ya trabajan desde el espacio colaborativo de trabajo de Casas Bajas. Este ‘coworking’ ya cuenta con tres empleados que han instalado en estas oficinas su base de trabajo. Es la delegación de Cruz Roja en el Rincón de Ademuz, con Javier Antón de responsable, junto a Paula Gimeno de la Fundación Colisée y Sergio Pérez Rodríguez, de Mercafusta. Todos trabajan desde este remoto municipio valenciano de menos de 200 habitantes que ha implementado este servicio para alargar las vacaciones de sus veraneantes o turistas en festivos nacionales; lo que sea para asentar población, y si es a base de ofrecer más servicios y posibilidades de forma gratuita, mejor. 

Es lo que le pasó a Sergio Pérez Rodríguez, que llevaba años teletrabajando desde casa, en la aldea Las Rinconadas de Santa Cruz de Moya, en Castilla-La Mancha, pueblo vecino de Casas Bajas. «Pablo me comentó hace unos meses que la idea era abrir un ‘coworking’ y desde el principio le dije que contara conmigo; yo tenía mi despacho en casa pero esto es mucho mejor, te obliga a salir, los horarios están marcados y vuelves a tener vida social con tus compañeros», dice el reformista.Su empresa,Mercafusta, está en Barcelona y él trabaja con total libertad y conexión desde el Rincón, «donde tengo la sensación de estar en una oficina». 

Paula Gimeno, de la Fundación Colisée, trabajando desde el coworking de Casas Bajas.

Paula Gimeno, de la Fundación Colisée, trabajando desde el coworking de Casas Bajas. / L-EMV

En parte, gracias a sus compañeros. Paula Gimeno, coordinadora del proyecto ‘Red de Acción Rural para la soledad no deseada de mayores de 65 años’ en la comarca, de la Fundación Colisée, es una de ellas. Lo tiene claro: «Aquí tenemos la posibilidad de trabajar en el pueblo con todas las facilidades de la ciudad», dice, a sabiendas de lo que hay en la gran urbe, ya que ha estado trabajando en la capital valenciana hasta que a través de este proyecto se le permitió volver a su tierra. Vive en Landete, de donde es originaria, y se mueve por todos los municipios del Rincón haciendo un trabajo de campo pero, eso sí, con la base en Casas Bajas. 

«Es increíble trabajar con estas vistas, son inmejorables, estoy encantada, es una maravilla», dice Gimeno. «Trabajar aquí es una opción que no te planteas cuando buscas trabajo porque piensas que no saldrá nada, que no hay oportunidades laborales. Pero salió este proyecto de Colisée y no puedo estar más contenta, encima lo puedo desarrollar en un lugar como este, porque no había espacios en ningún otro pueblo», señala la psicóloga.