El crucero de lujo SeaDream I ha hecho hoy de nuevo escala en Dénia. Está fondeado fuera del puerto, dado que en la dársena no hay calado suficiente. Como siempre, sus pasajeros están desembarcando en botes lanzadera. En el SeaDream viajan unos cien viajeros, la mayoría estadounidenses. De hecho, la moneda a bordo es el dólar.

Los primeros que han desembarcado han decidido estirar las piernas. Hacer deporte, vamos. Han pedido información sobre rutas senderistas. También han bajado del barco bicicletas de montaña. Un grupo ya tenía contratada una mañana de golf en el campo de la Sella. Otros cruceristas tenían también contratada una excursión en kayak a la Cova Tallada. Hasta Estados Unidos ha llegado la fama de esta gruta litoral, en la que desde el pasado sábado están restringidas las visitas y sólo se puede acceder con cita previa.

También otro grupo ha viajado en autobús a Guadalest.

Los cruceristas, dado que en cada escala tienen las horas contadas, se planifican muy bien lo que van a hacer y no son de improvisar. En Dénia, lo tienen muy claro: golf, Cova Tallada y excursiones.