El viaje de hace 100 años a Pego y al sanatorio de leprosos de Fontilles
El culto «turista» Elías Tormo se maravilló en 1923 con los tesoros de arte eclesiástico pegolinos
alfons padilla. pego
El culto viajero Elías Tormo (Albaida, 1869; Madrid, 1957), autor de la guía «Levante», el primer baedeker de la Marina Alta, no solo describió la comarca litoral del trenet de la Marina y el ferrocarril de vía ancha entre Dénia y Carcaixent. También recorrió la Marina Alta de tierra adentro. Desde Oliva realizó una «excursión» a Pego, «pintorescamente situado en el valle del Bullent». El arqueólogo Josep A. Gisbert indica que Tormo llegó a Pego por una carretera que se acababa de arreglar en esos años (la guía «Levante» es de 1923). «Antes fue el Camí Vell de Pego a Oliva, que tenía origen romano», precisa el arqueólogo.
Desde Pego, Elías Tormo viajó montaña arriba, a la Vall de Laguar y al sanatorio de leprosos de Fontilles, fundado en 1902 por el sacerdote jesuita Carlos Ferrís y el abogado Joaquín Ballester. «Excursión de honda y educadora piedad, pero con absoluta garantía antiséptica», escribió el viajero.
Mientras, Pego era (y es) «la joya de la agricultura en la Marina Alta», como destaca Gisbert. Los fértiles regadíos daban belleza a un pueblo muy laborioso en el que funcionaban molinos de arroz, almazaras, talleres de carros, herrerías...
Pero a Elías Tormo le tiraba más su pasión de historiador y arqueólogo (fue patrono del museo del Prado y ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes). Le maravilló el arte eclesiástico de las iglesias de Pego. Alude a la iglesia del siglo XVI de l’Assumpció, obra de Joan Cambra, arquitecto también del templo de Albaida y del monasterio de Sant Miquel dels Reis. Y cita también la capilla del Ecce Homo, de Francisco Cabezas, cuya obra cumbre es la Real Basílica de San Francisco el Grande de Madrid.
Elías Tormo subraya la belleza de los retablos medievales del siglo XV. Gisbert recuerda que la iglesia de l’Assumpció conserva el magnífico retablo gótico de la Virgen de la Esperanza (le falta, eso sí, la predela), atribuido primero a Reixach y luego a Gonzalo Peris.
El antiguo altar de este templo sí que ha desaparecido totalmente. El viajero también pudo ver bandejas góticas de latón que también se han perdido.
Además de la excursión a Fontilles, Elías Tormo acudió al antiguo balneario del Molinell (lo regentaba una familia de Piles) y a pueblos de «nombres poéticos». Esos pueblos son El Verger y Setla, Mirarrosa y Miraflor. Estos tres últimos tienen desde los años 70 la denominación más prosaica de Els Poblets. «Los antiguos topónimos son de origen feudal y árabe. Lamentablemente, se han perdido. Sería interesante rescatarlos», plantea Gisbert.
El autor de la guía «Levante» se confesó extasiado con ese paisaje de «tierras secanas bien cultivadas y casas de campo, con bastantes araucarias y plátanos de Indias».
- Encontronazo educativo en Calp: los ediles del gobierno local lucen camisetas reivindicativas y Mazón les espeta que el "Edificant" fue "un desastre
- Aparatoso accidente: un camión acaba dentro de una parcela de una casa en Xàbia
- Ondara recibe a Nebulossa al grito de "campeones
- Fallece un conductor de 47 años en Benitatxell de una parada cardíaca que sufrió tras estrellar su coche
- Germanor" absoluta: dos hermanas gemelas podrían compartir el cargo de fallera mayor en Dénia
- Otra maravilla oculta en el Montgó
- ¿Han vuelto ya las tortugas a desovar en la playa de Dénia?
- La uva de moscatel sufre pérdidas "catastróficas" en Benissa, Teulada Moraira, Xaló y Llíber