Roser Cabrera, la mujer que ha salvado un mundo de palabras en la Marina Alta

La docente e investigadora en etnolingüística y cultura popular se convierte en la primera mujer socia de honor del Institut d'Estudis Comarcals

Revela que los veranos de su infancia con sus abuelos en la partida de Santa Anna de Benissa le despertaron la curiosidad por el léxico de la vida rural y tradicional

Roser Cabrera, flanqueada por Pepa Guardiola y Joan Ivars (izq.) y Rosa Seser y Sergi Avargues

Roser Cabrera, flanqueada por Pepa Guardiola y Joan Ivars (izq.) y Rosa Seser y Sergi Avargues / A. P. F.

Alfons Padilla

Alfons Padilla

Un magnetófono, una cámara de fotos y una curiosidad infinita. Roser Cabrera ha escuchado. Ha escuchado el oleaje del lenguaje marinero y las palabras solares de la viña, "l'escaldà" y la pasa. Ha escuchado también el murmullo de los oficios tradicionales que han desaparecido o están en trance de perderse. Ha aguzado el oído en almazaras, alfares, alpargaterías, obradores de toneles de vino, de "pilotes de vaqueta", de esparto, de llata o en talleres de fabricación de escobas y de brochas y pinceles para encalar las casas. Roser Cabrera ha recuperado ese léxico escurridizo, chapurreado por los artesanos, por los pescadores, por los agricultores. Sus investigaciones de etnolingüística y cultura popular han salvado un mundo de palabras de la Marina Alta.

Roser Cabrera se convirtió ayer en la primera mujer socia de honor del Institut d'Estudis Comarcals de la Marina Alta (IECMA). Es otra barrera que rompe. Rosa Seser, presidenta del IECMA, quien le impuso la insignia junto a Joan Ivars, recalcó que es necesario que se reconozca más a las mujeres de la cultura, a investigadoras imprescindibles como Roser Cabrera.

Rosa Seser destacó que esta investigadora se ha caracterizado por el "calor humano" de todos sus trabajos. En el acto, que tuvo lugar en el auditorio del Centro Social de Dénia, también repasaron la trayectoria de Roser Cabrera la escritora Pepa Guardiola, que subrayó su faceta feminista y precisó que este reconocimiento llega en el año que la Acadèmia Valenciana de la Llengua ha dedicado a la escritora y maestra Maria Ibars, y Sergi Avargues, quien fue alumno suyo en el instituto Historiador Chabàs de Dénia y recordó sus métodos de enseñanza renovadores y participativos.

Avargues contó la anécdota de que Roser en las clases de francés les descubrió el significado de "Madame Bovary" hasta el punto de que aquellos estudiantes casi podían exclamar al igual que Gustave Flaubert aquello de "Emma Bovary c'est moi".

Una divertida imagen de Roser Cabrera con sus alumnos del IES Historiador Chabàs

Una divertida imagen de Roser Cabrera con sus alumnos del IES Historiador Chabàs / Levante-EMV

Roser Cabrera explicó el porqué de su vocación por la enseñanza y por recopilar el riquísimo y bello léxico de los marineros, de los agricultores y de los artesanos. Reveló que esa pasión por la cultura popular nació en los veranos de su infancia y adolescencia en la partida de Santa Anna de Benissa. Roser Cabrera nació en València. Su padre era de Benissa. La niña y luego la joven pasaba los tres meses de vacaciones en la casa benissera de sus abuelos paternos. Allí descubrió el mundo de la viña y de la pasa. También en Benissa conoció a Paco Ivars, quien luego sería su marido.

Luego, durante sus estudios en la Universitat de València, se produjo otro hecho clave: acudió a las clases de lingüística valenciana que impartía Manuel Sanchis Guarner, quien la animó a rescatar el léxico agrícola. Roser Cabrera señaló que sus primeros "informantes" fueron sus abuelos y tíos. Cuando falleció en 1981 el filólogo e historiador valenciano, Roser Cabrera sintió una cierta orfandad investigadora. Fundó en el instituto Historiador Chabàs el seminario de cultura popular Manuel Sanchis Guarner.

Roser Cabrera se enamoró de ese patrimonio tradicional. Magnetofón, cámara de fotos y curiosidad infinita. Acudió allí donde esas palabras seguían vivas, a casinos y a los bares de los pescadores. Admitió que se sentía "un poco ridícula" cuando pedía un café con leche mientras los marineros apuraban tras el duro día de pesca "burrets". Aquellos pescadores la miraban al principio con recelo. Pero Roser se ganó su confianza y empezó a pescar en el fecundo caladero del léxico marinero.

Rosa Seser charla con Roser Cabrera durante el acto de reconocimiento

Rosa Seser charla con Roser Cabrera durante el acto de reconocimiento / A. P. F.

El murmullo de la vida cotidiana

Sus 39 años de profesora y sus trabajos de etnolingüística y cultura popular están en los libros. Roser Cabrera ha rescatado un acervo precioso, un mundo de palabras. Sus obras se estudian en la universidad y son, como señaló Pepa Guardiola, de lectura y consulta obligada para los escritores e historiadores. Las palabras, el habla, el murmullo la vida cotidiana, esforzada y humilde han sido el campo de trabajo de esta investigadora.

Roser Cabrera, nacida en València, vinculada a Benissa, profesora en el Chabàs de Dénia y vecina de la Xara, es ya la primera socia de honor del Institut d'Estudis Comarcals de la Marina Alta, una institución fundada en 1986 y que cuenta con más de 600 socios.