La aridez transforma la cala de la Granadella de Xàbia

El cambio climático transforma el paisaje. Ahora que los incendios ya no se atienen al calendario y también se declaran con virulencia en invierno y primavera, las montañas pasan del verde al negro de un día para otro. Pero hay un cambio más paulatino, el que está provocando la sequía y el estrés hídrico que sufren las masas forestales. En el monte público y la cala de la Granadella de Xàbia, esa transformación ya salta a la vista. Las laderas han adquirido una tonalidad marrón y árida que es totalmente insólita en el mes de abril. A final del tórrido verano, sí que estaba la vegetación más reseca. Pero ahora, en plena primavera, lo normal era que estas montañas mostraran una intensa tonalidad verde.

Sequía y erosión

En las pinadas, se ven rodales de árboles marrones. El pino que está justo en la cala, junto a donde se coloca el módulo de salvamento y socorrismo, se ha secado. Además, las laderas donde había rebrotado un verde tapiz de matorral tras el incendio de septiembre de 2016 (arrasó 812 hectáreas) ahora han adquirido un color terroso y parduzco. Este paisaje sufre una fuerte aridez que, para colmo, está agravando la erosión.