La protección del Horno Alto supera la última traba y se aprobará «en breve»

La protección del Horno Alto número 2 del Port de Sagunt sigue su tortuoso camino. Un primer procedimiento para su declaración como bien de interés cultural (BIC), iniciado en 2020, se estancó en la Conselleria de Cultura, pese a tener todos los dictámenes emitidos a favor, hasta el punto de caducar en noviembre de 2022. El segundo expediente, que se encargó de relanzar días después uno de los avalistas del proyecto, el Consell Valencià de Cultura (CVC), ya está más avanzado, hasta el punto de que fuentes de la Generalitat confirman a Levante-EMV que se resolverá de forma favorable «en breve».

Con plazo oficial para emitir una resolución definitiva hasta el 13 de mayo, la principal novedad se centra en el informe emitido por el Consell Jurídic Consultiu (CJC) en el que decreta que la propuesta para proteger el Horno Alto en la categoría de monumento «se ajusta al ordenamiento jurídico». Este dictamen, sin embargo, reserva una coletilla en la que precisa que da su luz verde «siempre que se atienda la única observación esencial que se ha formulado».

La dirección general de Patrimonio Cultural da los últimos retoques al decreto, que se impulsó por vez primera en 2020

Se refiere el organismo presidido por Margarita Soler al artículo 12 del decreto del Consell que debe recoger la declaración, en el que se enumeran las responsabilidades del ayuntamiento frente a las obras ilegales en consonancia con la Ley 4/1998 del Patrimonio Cultural Valenciano. La redacción «confusa», que puede provocar «inseguridad jurídica», así como su carácter «innecesario», hacen que el CJC reclame su «supresión del texto que finalmente se apruebe» como condición «esencial» para obtener el visto bueno definitivo.

Siete alegaciones desestimadas

Más allá de esta cuestión, el dictamen aprobado por unanimidad por el pleno del Consell Jurídic hace un repaso de los diferentes trámites que ha ido superando este expediente hasta quedarse a las puertas de su aprobación. Como ya ocurrió en la primera ocasión, como uno de los motivos esgrimidos desde la dirección general de Patrimonio Cultural para los retrasos, el procedimiento tuvo que hacer frente a siete alegaciones de propietarios de parcelas colindantes que están afectados por el ámbito territorial de protección del Horno Alto número 2. Tras desestimar todas ellas a principios de verano, en julio se dio un nuevo impulso al expediente con la incorporación de informes de necesidad y oportunidad del decreto de protección, el de impacto de género o la memoria económica. En noviembre pasado fue cuando el vicepresidente y conseller de Cultura, Vicente Barrera, emitió el dictamen favorable como paso previo a su remisión al CJC.

Este último organismo justifica la declaración en los argumentos del CVC, entre los que recoge que «el Horno Alto forma parte y crea un paisaje urbano de gran fuerza y espectacularidad por su altura, su configuración industrial e incluso por su apariencia escultórica, muy próxima a muchas iniciativas contemporáneas de carácter constructivista. Es también un verdadero monumento en recuerdo de la génesis urbana de una ciudad como el Port de Sagunt, nacida ex novo alrededor de las instalaciones siderúrgicas de la Compañía de Sierra Menera y es un testimonio indeleble del nacimiento de un pueblo, de los movimientos obreros y apela a la memoria colectiva».

Escena urbana

Este informe también se refería a la «restauración del Horno Alto 2», como «una prueba de la capacidad de regeneración de que disfrutan ciertas obras de ingeniería o arquitectura cuando se hace por una mano experta y sensible y como pueden modificar la escena urbana y la imagen de las ciudades».

La postura del Consell Valencià de Cultura ha sido determinante para no tener que esperar todavía más tiempo

Otro dictamen favorable del departamento de Historia del Arte de la Universitat de València completa este expediente, al que el CJC hace otras pequeñas precisiones. Por ejemplo, recomienda que se unifiquen los topónimos utilizados, entre los que hay Port de Sagunt, Puerto de Sagunto, Sagunto y Valencia. Algunas cuestiones de redacción, varias erratas, así como la necesidad de que todo el decreto conforme un texto único, en contra de la forma de presentación en dos bloques, son las pequeñas cuestiones en las que ya se trabaja desde la dirección general de Patrimonio Cultural para tenerlo todo lista en unas semanas. 

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