Pasapalabra está cada vez más interesante. El bote sigue creciendo poco a poco y se va acercando ya a la nada desdeñable cifra del millón y medio de euros que, de momento, aún está sin dueño.

Los concursantes, Moisés Laguardia y Óscar Díaz, llevan a sus espaldas numerosos duelos y cada tarde se vuelven a enfrentar en la pantalla de Antena 3 para intentar hacerse con un premio que convertirá en millonario al afortunado. Lo intentan y lo vuelven a intentar pero el bote de Pasapalabra no es tan fácil de conseguir.

El bote de Pasapalabra

Aunque son varias las ocasiones en que los dos concursantes se han quedado muy cerca de conseguir el bote de Pasapalabra, éste no se ha dejado conquistar todavía. Y, pese a que a veces no parece haber ninguna posibilidad de que ninguno de los dos se lo lleve, la suerte se pone de parte de alguno de ellos y la emoción en el plató y en casa es casi palpable.

Moisés y Óscar, concursantes de Pasapalabra, en una de las pruebas. A3

Eso fue precisamente lo que sucedió en uno de los últimos programas, cuando uno de ellos estuvo a punto de apoderarse del gran premio de Pasapalabra ante la sorpresa y el asombro de todos los presentes. Fue Moisés, quien se quedó tan sólo a un acierto de conseguir los casi 1,5 millones de euros.

En el programa siguiente, el presentador, Roberto Leal, le confesó que se había llevado un buen susto y que había estado con el corazón en un puño al comprobar que podía llevarse el bote. El conductor del espacio se interesó por cómo había vivido Moisés ese momento y el concursante admitió que todo fue producto del azar y la buena suerte.

"La verdad es que me lo encontré -admitió Moisés Laguardia-. Es como si vas andado por el campo y de repente te sale una vaquilla. Pues hay que correr, hay que correr".

Y, aunque el concursante lo intentó, lo cierto es que no llegó a rematar el trabajo. "No me la sabía", reconocía ante Roberto Leal, quien le aseguró que los tenía a todos "muy nerviosos" al ponerse sólo a una definición de llevarse el bote de Pasapalabra.

Aún así, la emoción estuvo presente hasta el final y fue buena muestra del nivel de preparación que lucen los dos concursantes actuales. Y es que ambos son capaces de alcanzar el bote de Pasapalabra en cualquier momento.