Sectarismo desplumado

El Supremo anula la exclusión de los toros del Bono Cultural Joven de 2022 gracias a la Fundación del Toro de Lidia y después del desdén intransigente del ministro Iceta

Jaime Roch

Jaime Roch

La Sentencia del Tribunal Supremo que anula la exclusión de la tauromaquia del Bono Cultural Joven que ha promovido el Ministerio de Cultura tiene un trasfondo extraordinario: ha señalado a los sectarios que, por iniciativa propia, eliminan aquello que no les gusta sin tener en cuenta al resto de la población. Una consigna que muestra un desdén y fastidio manifiesto y que tienden a repetir los políticos sin mayor responsabilidad.

Quiero decir: el toreo, que está señalado políticamente y no gusta a una parte de nuestro país, se intenta borrar de la sociedad. Esa fue la actitud del ministro Miquel Iceta cuando impulsó el pago de 400 euros para la adquisición y el disfrute de productos, servicios y actividades culturales para jóvenes que cumplieron 18 años a lo largo de 2022. Ni personalidad, claro. Porque no fue una práctica casual ni inocente.

Esto sería, sin duda, una posible prevaricación del Gobierno contra un colectivo como el mundo del toro que es una auténtica industria cultural, ya que produce anualmente un impacto económico de 1.600 millones de euros en España, salvaguarda uno de los pulmones de la Península como son las dehesas y conserva una joya genética única como el toro bravo.

A pesar de que la democracia, como forma de gobierno, no debería admitir la escisión de ningún grupo. Porque si fuese así, sería cualquier cosa menos una práctica democrática en relación con los derechos fundamentales de cada uno. Sobre todo, en el terreno peligroso de la libertad y su respeto. Porque a la vez que se imponen gustos, coartan la libertad de participar en los gustos (y aficiones) del resto de las personas. Lo que en psicología social se llama una discriminación arbitraria, bajo el paradigma del grupo mínimo, en palabras de Jane Elliot.

 Así que el Ministerio de Cultura ya ha anunciado que incluirá los espectáculos taurinos en el Bono Cultural Joven, tanto en el que está ahora en vigor concedido en 2022, como en la convocatoria que se está trabajando para 2023.  Y la Fundación del Toro de Lidia, organismo que interpuso el recurso, ha calificado la sentencia de "importantísima victoria" ya que "reitera la naturaleza cultural de la tauromaquia, reconocida tanto por el legislador como por las resoluciones judiciales".

Y, claro, ahora el ministro de Cultura deberá dar explicaciones solventes sobre una manera de actuar que la Justicia ha puesto en cuestión. Quien ejerce poder tiene que asumir la responsabilidad.

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