El tabaquismo, ese veneno que afecta a los seres humanos incluso antes de nacer, sigue siendo uno de los mayores retos para la salud de la Comunitat Valenciana

Dr. Francisco Carrión Valero y Dr. José M Martin-Moreno

El tabaquismo es la principal causa evitable de morbilidad, discapacidad y muerte en la mayoría de los países desarrollados, también de la Comunidad Valenciana. Una enfermedad crónica que se inicia en la adolescencia y afecta a un tercio de la población adulta mundial, capaz de ocasionar la muerte prematura a la mitad de quienes la padecen. El que cree que exageramos, que piense que estamos frente a la causa responsable de la muerte de más de 8 millones de personas cada año, 7 millones de fumadores y 1,2 millones de fumadores pasivos en el mundo.

En Europa mueren 700.000 personas cada año como consecuencia del tabaquismo, más de 56.000 en España. En el quinquenio 2010-2014 se produjeron en nuestro país 260.000 muertes atribuibles al consumo de tabaco, una de cada siete de los decesos que acaecieron en ese periodo. En la Comunitat Valenciana, una de cada 5 personas adultas es fumadora y en el año 2016 el tabaquismo ocasionó 5800 muertes, el 13% del total de las defunciones ocurridas en la población de 35 y más años, el 21% en hombres y el 6% en las mujeres.

En las personas adultas, la exposición involuntaria a humo del tabaco aumenta entre el 20 y el 24% el riesgo de padecer cáncer de pulmón. Los no fumadores expuestos al humo del tabaco ambiental tienen aumentado en un 30% el riesgo de padecer una enfermedad coronaria y en un 15% el riesgo de morir por afección cardiaca.

La prevalencia del tabaquismo pasivo en España mejoró considerablemente después de la implementación de la Ley 28/2005 de medidas sanitarias frente al tabaquismo y, más aún tras su modificación cinco años más tarde (Ley 42/2010), aunque después de 13 años de la última ley, es objetiva la necesidad de seguir avanzando en mejorar la legislación en aras a la protección de la salud.

Por otro lado, hay algo de lo que no se habla tanto. Y es que en los países desarrollados el consumo de tabaco supone el principal riesgo aislado modificable de morbilidad y mortalidad relacionada con el embarazo, porque duplica la probabilidad de que los niños puedan morir en el nacimiento o en el primer año de vida, y aumenta la probabilidad de padecer múltiples enfermedades, principalmente respiratorias u otorrinolaringológicas. Por suerte, las que dejan de fumar antes de la semana 16 de su embarazo tienen un riesgo similar al que presentan las gestantes no fumadoras, de manera que se podido calcular que si todas las embarazadas fumadoras dejaran el tabaco al principio de su embarazo, se evitarían el 25% de todos los recién nacidos muertos y el 20% de las muertes infantiles en el primer año de vida. En este sentido, se ha estimado que si todas las mujeres dejaran de fumar al principio del embarazo, se salvarían 750 niños cada año en España, 75 en la Comunitat Valenciana, entre muertes fetales tardías y muertes en el primer año de vida.

A pesar de ello, es llamativo el elevado porcentaje de mujeres embarazadas que fuman y el hecho de que sólo el 20% de las fumadoras embarazadas dejan el tabaco durante la gestación, probablemente por la falta de información que reciben, por la alta prevalencia de tabaquismo femenino en las mujeres de edad fértil y por la adicción a la nicotina que presentan muchas de ellas. A todo ello hay que añadir la ausencia de programas de intervención especializada del tabaquismo en las mujeres embarazadas.

En nuestra opinión, el diagnóstico y tratamiento del tabaquismo en el primer trimestre del embarazo debería ser una prioridad sanitaria. En un estudio realizado en la Comunitat Valenciana se destacaba la elevada tasa de tabaquismo en el marido, el 75%, muy superior a la prevalencia en la población. La inclusión de la pareja fumadora en el programa fue capaz de mejorar la tasa de tabaquismo en la gestante fumadora, con una eficacia del 30% de abandonos a los 3 meses de la intervención.

El 31 de mayo es una fecha para celebrar el Día Mundial Sin Tabaco, una fecha instituida por la Organización Mundial de la Salud para informar a la comunidad mundial de los efectos nocivos y letales del consumo de tabaco y de la exposición pasiva al humo del tabaco y disuadir del consumo de tabaco en todas sus formas. El lema de este año de la campaña de este año “Cultivemos alimentos, no tabaco”, puede ayudar a conseguir este fin.

La evidencia de estos datos pone de manifiesto la inmensa carga que el tabaquismo representa y la necesidad de poner fin a esta epidemia, para aumentar la esperanza y la calidad de vida las personas de nuestro país. A lo largo de las últimas seis décadas, el trabajo complementario de médicos y profesionales científicos de la salud, y de los propios legisladores ha determinado lo que funciona y qué medidas deberían tomarse si realmente deseamos poner fin a una de las batallas más trágicas del mundo, una batalla que ha costado la vida a más personas que todas las guerras que han sucedido en este tiempo. En ese sentido creemos imprescindible seguir alzando la voz para señalar un reto que hemos de afrontar con determinación por el bien de la salud de la población de la Comunitat Valenciana.

Dr. Francisco Carrión Valero. Neumólogo. Hospital Clínico, Universitat de València

& Dr. José M Martin-Moreno, Catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública, Universitat de València