El papel de los municipios en la economía circular

Decía Robert Swan, historiador, explorador y activista británico reconocido por su lucha a favor del medio ambiente, que la peor amenaza para nuestro planeta es la creencia de que alguien le salvará. Ante la actual crisis medioambiental está cita no ha sido nunca tan relevante. 

El cambio de una economía lineal a una economía circular se posiciona actualmente como un sólido aliado que permite reducir los impactos ambientales y la dependencia exterior de recursos. El papel de los municipios para hacer realidad este cambio de paradigma es fundamental por un lado por su cercanía a los ciudadanos, lo que es de gran importancia a la hora de concienciar sobre la importancia de la economía circular y aplicar hábitos sostenibles y, por otro lado, debido a las competencias que poseen los entes locales o supramunicipales en materias como, ciclo integral del agua, residuos, energía, movilidad, urbanismo etc. 

Un plan de economía circular y su ejecución en los municipios nos beneficia a todos ya que producirá un crecimiento más sostenible, logrará una mayor eficiencia en el consumo de los recursos y se ganará en competitividad empresarial y en creación de empleo. Pero para poder hacerlo realidad es necesario incentivar la innovación y la colaboración público-privada, dos factores imprescindibles para acelerar y facilitar la transición.

Agricultores de la Vega de Valencia (SAV) ha sido un referente histórico en economía circular en los municipios valencianos (está a punto de cumplir su centésimo vigésimo quinto año). Una sociedad formada y fundada por valencianos que tiene a la innovación como uno de los pilares fundamentales tanto para su competitividad como para el desarrollo y mejora de las ciudades y municipios donde presta sus servicios.

SAV desde hace años lleva desarrollando numerosos proyectos de valorización de residuos para la obtención de nuevos recursos como la planta de tratamiento de RSU «Instalación 3» con una capacidad de tratamiento: 350.000 toneladas de RSU/año, la nueva planta demostrativa de biotecnología que permite, entre otros transformar resto de paja de arroz en bioplásticos, así como el nuevo proyecto Fuelphoría que desarrollará un diseño de biorrefinería para transformar lodos de EDAR , RSU y restos de poda en nuevos recursos energéticos, todo ello bajo el modelo de colaboración público-privada.

Los nuevas actuaciones de SAV pretenden seguir incentivando nuevas tecnologías para mejorar la circularidad de las ciudades , así que en los próximos meses serán realidad proyectos como el uso de la Inteligencia Artificial para la mejora de la gestión de lodos de las EDAR, la utilización de drones para la mejora de limpieza y recogida de residuos en playas y zonas periurbanas, un nuevo proyecto sobre ciencia urbana para fomentar la co-creación y co-gobernanza en medio ambiente en el ámbito municipal y un nuevo proyecto Europeo de la Misión «A Soil Deal for Europe» llamado Soilutions que coincidiendo con la capitalidad verde europea de la ciudad de Valencia en 2024, desarrollará un living lab (laboratorio de experimentación e innovación en el terreno) en la ciudad, con la misión de implementar mejoradoras del suelo innovadores, elaborados a partir de residuos orgánicos, que impulsen la fertilidad del suelo y la economía circular disminuyendo los residuos orgánicos que se incineran o son enviados a vertedero. Todo ello sin abandonar proyectos de la última década, como el de reducción de emisiones de CO2 en los procesos de recogida de RSU que fue reconocido con el primer premio nacional de colaboración público-privada en el Smart city world Congress.