Continuaremos

La presentación del libro de, Ximo Puig, Una idea d’esperança, trae a la memoria las palabras atribuidas a, Guillermo de Orange, no hace falta éxito - aunque se merezca - para perseverar.

La derrota en las pasadas elecciones, aún matizable, es lo que motiva este libro y fueron las profundas palabras de, José Luis Villacañas, las que supusieron un verdadero aleccionamiento en cuanto al compromiso político, y la responsabilidad social, que la presidencia de la Generalitat Valenciana había representado en estos ocho años.

Cuestionándonos sobre las consecuencias de nuestros actos, que en el pasado fueron reprobables, y siendo responsables de nuestras actuaciones en estos años.

Advirtiendo del compromiso, ajeno a las ideologías, de cumplir con el fisco como el ejercicio de la verdadera democracia que, también, Javier Gomá, nos muestra, a través de la ejemplaridad pública.

La lealtad al país y al ejercicio democrático lleva a tener una concepción solidaria de la riqueza y su distribución, que va de la mano del acuerdo social y el desarrollo económico, impulsado desde, Ernest Lluch, «La via valenciana», que se tradujo, ya con Joan Lerma, en el Instituto de la Pequeña y Mediana Industria Valenciana, Impiva, y, recientemente, con la Agencia Valenciana para la Innovación, Avi, sin cuya concepción innovadora no cabe el progreso, ni la adecuada obtención y distribución de resultados.

En la plataforma cívica que acompañó a la presentación del presidente Puig, se pudo destacar su labor de gobernar para todos, solidario con los más necesitados, defensor de la cultura y de la identidad valenciana, superando las diferencias, y abordando el entendimiento entre los partidos, como línea de futuro, sin agravios comparativos que pudieran acentuar los desencuentros.

La apuesta por un país integrador supone aceptar las diferencias, de manera solidaria, favoreciendo el entendimiento, y aceptando la responsabilidad que a cada uno corresponde en el desarrollo de iniciativas propias que atiendan a las del conjunto.

La fuerza que ampara el contenido de todo ello, lleva al reconocimiento por el trabajo bien hecho en estos años, por el que resultan aplicables a Ximo Puig, las palabras de, Samuel Beckett, en una librería de València, (Leo), una labor, «que debe continuar. No pude continuar. Continuaremos».