Miserias del “toro embolado”

Ángeles Sanmiguel

Ángeles Sanmiguel

 Patadas, puñetazos, tirones de rabo, varazos, pinchazos, quemaduras en ojos, lomo y cabeza, infartos, muerte por agotamiento y estrés, pánico, angustia, todo esto y más configura el calvario de cualquier toro o vaca, de los más de tres mil bóvidos sentenciados a este suplicio, que en su angustia gritan de dolor. ¿Por qué las quejas taurinas son suficientes para incumplir prohibiciones y leyes? “Bastante gente intenta golpearlo, un hombre le hace señas al toro como que yo soy el más macho cuando seguramente si no estuviera la valla no se atrevería a estar delante, también los chiquillos están ahí, parados en las aceras, si por casualidad cambia de sentido y va hacia ellos se llevaría a uno por delante; lo que más van a encontrar (las mujeres en el embolado de un toro) son machistas que simplemente quieren sentirse superiores, y chavales pensando a ver quién es el más macho, están consumiendo dinero público para ver esa aberración” comenta Rubén un joven treintañero que estuvo en la protesta celebrada en Alfafar contra la tortura infringida a reses que, tras secuestrarlas del entorno campestre, las encajonan para después, como en cualquier escena medieval, arrastrarlas, enmaromadas, hasta el pilón del martirio, una vez allí, tras sufrir caídas y lesiones de cervicales, los denominados emboladores, (¿nueva denominación para otra crueldad, cómo es posible que se realicen concursos de emboladores?) les colocan unos hierros atornillados a los cuernos teniendo ojo de no romperlos –algo que no está bien visto-, en tal armatoste van dos bolas impregnadas en gasolina, gasóleo o cualquier líquido inflamable, a ser posible el que más dure ardiendo, apuntar que hay algunos iluminados que también les colocan pirotecnia.

Anima Naturalis, Darna Animal Rescue, Spax Sociedad Protectora de Animales, Rescat&Dog Asociación de Rescate Animal, La Granja de Izhan, Santuario Mapache Fundación Contra el Maltrato Animal, YCS Valencia, Compromís Animalista, NAC Plataforma No a la Caza, El Rebrot de la Vida, Dejando Huellas Protectora Felina Alfafar, Área Protección Animal Podem, Pacma Partido Animalista Con el Medio Ambiente, Protectora Modepran, Fundación Santuario Gaia, Animals Help, Hogar Feliz Sociedad Protectora Felina Sedaví, Asociación Animalista Vega Baja, Petjades Trobades Protectora de Animales Torrent, SVPAP Sociedad Valenciana Protectora de Animales y Plantas, ASCE Alcásser Protectora Animales, Can Tirolina Catarroja, SOS Peludetes Asociación Protectora de Animales, Colonias Felinas EU, Dignidad Animal, Activistas por la Infancia, FEUMVE Familias Unidas por un Menú Vegano Escolar, Coordinadora Animalista CV, Valencia Animal Save, Dénia Animal Save, Plataforma Antitaurina Alfafar, Karma Felino, Asociación Una Mano para Una Pata, Asociación Defensa Animal Torrente ADAT, Ecologistas en Acción, Sumar y Help Dog Valencia, mostraron frente al Ayuntamiento alfafarense su repudio a vilezas consentidas y avaladas, denigradoras de la imagen internacional de España metiendo al país entero en un dislate muy caro, ajeno a la realidad del siglo veintiuno y la Agenda 2030. Diversos medios informativos digitales difundieron la acción: “levante-emv.com”, “diariosigloXXI”, “elperiodicodeaqui.com”. ¿Dónde las cadenas televisivas públicas?

Si “bastó menos de una hora para fabricar los átomos”, tal como escribe el doctor en Ciencias Físicas ucraniano George Gamow, ¿cuánto tiempo será preciso para que el desarrollo evolutivo progresista y racional abole la tauromaquia? ¿hasta cuándo la política vampírica prolongará la existencia de este círculo de negocio centrado en la “vitalidad robada a otros entes habitantes” del planeta? Diego Nevado, responsable de la Plataforma Antitaurina de Alfafar y organizador de la concentración antes citada, declaraba que en diversas ocasiones ha “presenciado estos actos de tortura donde un animal sufre para diversión de una minoría de la sociedad a la que le parece magnífico ver como se abusa” de un rumiante herbívoro que “a lo que más teme es al fuego y pasa por un infierno” para más tarde, lejos de la vista pública, ser matado. “Nuestra plataforma piensa que las tradiciones lo que deben hacer es evolucionar, tradición también era esclavizar, la Inquisición, o tirar cabras de campanarios, en nombre de la tradición no se debe amparar un espectáculo violento rechazado por la mayoría de la sociedad, lo dicen todas las encuestas”. ¿Hasta cuándo pagar con presupuestos públicos la “provocación, crispación y enfrentamiento” que suscitan brutales jaranas para unos pocos? “Argumentos para defender la mal llamada fiesta ninguno, ¡jamás! no los tienen, toda esta angustia la mantienen políticos, grandes empresarios y periodistas, gente poderosa está detrás de esto”. Nevado, al igual que el resto de activistas animalista, recibe amenazas e insultos personalizados que, en el caso de las mujeres, infieren en el género. “Que no tenemos trabajo, que tenemos mucho tiempo libre cuando yo, por lo menos, durante toda la semana trabajo ocho horas al día, levantándome a las cinco y media de la mañana”.

La tauromaquia y sus desfasadas vertientes no pertenecen a la realidad de países avanzados, la cosmovisión de tan lucrativo negocio es latifundistas, ¿Qué sería de la tauromaquia sin dinero europeo, autonómico y consistorial? Si durante quince mil años la evolución ha sido el eje de la supervivencia, ¿a qué tanto panfleto fundamentalista y tradicionalista? ¿Qué hay tras el ensalzamiento político del “principio del placer” donde pasiones y hábitos, por malignos y perniciosos que sean, se blindan? ¿Por qué se sigue glorificando y pagando un patrón de brutalidad generador de “hábitos patológicos” automáticos? ¿Se seguirá inculcando que no hay fiesta si no hay víctima? Según dictamina el escritor Joan Argentier: “El hombre de pensamientos mediocres se relaciona consigo mismo”.

El denominado toro embolado no es tradición ancestral, nace con el siglo veinte para que la violencia continúe en horario nocturno iluminando callejones y plazas mediante las bolas ardientes sobre el cornúpeta designado al suplicio y, así, se fue metiendo en los programas presupuestarios de alcaldías cuya fórmula magistral para contentar al pueblo, empobrecido y sin futuro, siempre radica en tartufos mensajes exaltados. Muertes, graves heridas, traumas y diversidad de conflictos son algunos de los efectos secundarios de alimentar desordenados apetitos humanos. ¿Cómo dudar de que el fanatismo hechiza? ¿Se conseguirá la evolución inegoísta en España por la que respetar toda vida no humana? En profecías como la de Isaías, II, 6-9 se desmonta cualquier lisonja al concepto de antropocentrismo: “Morarán el lobo y el cordero, y el tigre con el cabrito se acostará; el becerro, y el león y la bestia doméstica andarán juntos y un niño los pastoreará (…) el niño de teta se entretendrá sobre la cueva del áspid y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna del basilisco”.

María Jesús coordinadora de València Animal Save presenció el toro embolado de niña, “me daba miedo estar allí, no tengo ningún interés en tener gente taurina en mi círculo de personas allegadas, recuerdo que hace años un antigua pareja era recortador y afirmaba que los toros se crían para los festejos taurinos y al que no le guste pues que no vaya a verlos”. Curiosamente el noventa y nueve por ciento de asistentes a estos actos son hombres “que se creen muy masculinos y valientes por el hecho de atemorizar, humillar y maltratar a una criatura inocente que no le ha hecho nada a nadie, en esas quedadas la gente toma alcohol, fuma algún porro sacando su lado más inhumano y violento que puede influir en tener comportamientos irrespetuosos con las mujeres, sexualmente hablando, se sabe que la violencia hacia los animales es la antesala de la violencia social”. ¿Existen puntos violeta? Servicios sanitarios, cirugías de urgencia, traslados medicalizados, camiones, inspección veterinaria, difusión publicitaria, instalaciones fijas y móviles, seguro de responsabilidad, arreglos de desperfectos en el mobiliario urbano, indemnizaciones, cuerpos de seguridad, servicios consistoriales y multitud de gastos no se abonarían sin la existencia de dinero público directo o enmascarado y las famosas subvenciones. Rubén puntualiza que “hay taurinos que van a la plaza y sin embargo rechazan el toro embolado, y hay gente que va al toro embolado y rechaza la tortura y angustia del animal en la plaza, incoherencias taurinas porque al final toda la tauromaquia es una estafa algo que no tiene cabida en la sociedad y se debe abolir, cualquier versión de la tauromaquia es anacrónica”. “Muy pocas mujeres van y solo pueden encontrar superioridad, machismo y sensación de poder, mostrar su poder ante la novia, como corrobora la psicóloga María que colabora con nuestra plataforma, nada bueno puede encontrar ahí una mujer más que humillación a la víctima”. Rituales que tratan de inculcarse mediante millones de euros públicos, ahora más que nunca, ponen su punto de mira en la infancia, setenta y siete escuelas taurinas chupan del erario, entidades donde se enseña a matar y torturar desde temprana edad algo que parece ser importantísimos para ciertos partidos políticos. Dado que de tres a cinco años de edad es el momento en el que fácilmente se inculca “el principio del bien”, ¿qué mejor estrategia de choque que ir acostumbrando a visionar el mal a la niñez generando continuidad generacional a la barbarie y la vanagloria de la enseñanza espejo? En palabras de Nevado: “¡Queremos la protección de la infancia! del mobiliario urbano, el colegio Remedios Muntaner queda destrozado y hay que pintar y arreglar con fondos públicos, molestias al vecindario, su secuestro, suciedad, violencia, también es una falta de respeto para sanitarias y sanitarios ya que todas estas imprudencias se asumen por la sanidad pública”. El valenciano José Sanmartín, catedrático de Filosofía de la Ciencia que fuera director del Centro Reina Doña Sofía para el Estudio de la Violencia, esgrimía: “La violencia, en definitiva, es un producto de la acción de la cultura sobre la natura, del ambiente sobre la biología”.