Opinión | La ventana

Una mañana al este del Edén

La mañana está siendo dura. Cuesta concentrarse y de repente sale al rescate Luis Eduardo Aute. Uno de sus hijos ha emprendido la tarea de que en el lugar cerca de la casa familiar por la que su padre paseaba lo acoja dentro del remanso para poder rememorarlo. Recuerdo perfectamente el sitio a través de una de sus melodías: «Me paseo por mi parque de la Fuente del Berro con mi perro Pato/Pero veo que el estanque está deshabitado/Pobre parque/parque mío».

No existe pretensión de cambiar el nombre sino en todo caso añadir el apellido del compositor nacido en Manila y donar para su contemplación algunas de las obras que el autor plasmó en el rincón de ensoñaciones. Una escultora amiga se encargaría de trazar la efigie que compartiría sol, lluvia y luna con las de Gustavo Adolfo y Pushkin, dos románticos de la misma hermandad y con la de Enrique Iniesta, virtuoso del violín. No he encontrado mejor simbolismo en torno al Día del Padre que la devoción de este descendiente de devolver al polifacético artista una señal de su paso por el vecindario que tanto cultivó y al que tenía pensado dar clases de pintura al abrazar la jubilación. Lo único que quiere el hijo es que, de una forma o de otra, sigan teniéndolo por allí.

Para toda una generación que fuimos arrebatados por el alma cadenciosa de las cuatro y diez; que no olvidaremos su arrullo en el concierto al aire libre de la uni de Alicante ni el que terminó convirtiéndose en el de despedida en el Palau la Música, encontrarse a estas alturas con su reclamo seductor en medio del lodazal en el que andamos embarcados supone un sosiego inesperado muy difícil de agradecer.

Baste con bañarse en sus letras, con encontrar aquellos momentos compartidos que se sabían oro de ley y que han supuesto una buena inyección para llegar en condiciones hasta aquí, rodeados de una belleza muy íntima que sin acompañarse de ese ingenio entre otros habría sido complicado alcanzar. Ojalá se pueda volver sobre esos pasos en el apetecible sitio Aute.