Las personas no binarias llegan a las pasarelas para romper estereotipos

Algunas marcas de ropa y una nueva generación de modelos hacen frente a todas las construcciones de género impuestas con el objetivo de convertirse en referentes para los jóvenes que viven en situaciones similares a ellos

Santa mientras la maquillan en el ‘backstage’ de la 080 Barcelona Fashion Week.  | JORDI OTIX / EPC

Santa mientras la maquillan en el ‘backstage’ de la 080 Barcelona Fashion Week. | JORDI OTIX / EPC / alba giraldo. barcelona

alba giraldo. barcelona

Las personas no binarias pisan fuerte en el mundo de la moda: abren pasarelas, trabajan para marcas como Mugler y Gucci, y son las protagonistas de las campañas para las colecciones de grandes firmas. «La moda siempre va a reflejar en estado puro lo que la sociedad está viviendo en las calles. Y la sociedad ha cambiado», asegura la modelo no binaria SantaK, que desfila esta semana en la 080 Barcelona Fashion Week. «Somos una nueva generación de modelos de gente no binaria, personas trans, personas cis y toda la feminidad o masculinidad, que estamos rompiendo todos los patrones y moviendo el género en la moda», añade la también DJ.

El género no binario, en el marco de los estudios de género, es la denominación que se aplica a las personas que asumen una identidad de género que se halla fuera del binarismo de género tradicional (femenino o masculino). Cada vez más marcas apuestan por crear colecciones con prendas de ropa sin género que puedan vestir todos los consumidores. En la 080 Barcelona desde hace unas temporadas han aterrizado algunas firmas que apuestan por estos principios, como Dominnico, Velásquez, Jnorig y Ga Gó Ó Studio.

«Veo muchas esperanzas en las nuevas generaciones. Son mucho más experimentales y libres a la hora de vestir», apunta el diseñador colombiano Mateo Velásquez sobre el cambio de paradigma que está viviendo el mundo de la moda. «La juventud va a destrozar todas las construcciones de género que hay en la ropa porque es una mentalidad no tiene mucho sentido», añade el director creativo de la marca.

La modelo SantaK desarrolló su identidad física hace unos seis años y decidió cambiarse el nombre. Por su «ambigüedad y androginia», como ella misma apunta, empezó a desfilar para marcas no solo como hombre, sino como mujer. Ya ha trabajado para firmas de lujo como Gucci, Balenciaga y Dolce&Gabanna. «Ya era hora de que en esa disidencia del género nos convirtiéramos en las protagonistas del terreno», comenta.

Falta de referentes

Hasta hace unos años, era complicado encontrar perfiles diferentes en los desfiles o las campañas de las grandes marcas. «Yo nunca tuve un referente. Mi ejemplo más grande fue Andreja Pejić, que fue una de las primeras modelos andróginas que empezó a desfilar para Dior. Pero eso fue lo único que yo tuve», expone sobre el cambio. No ha sido fácil. «Vengo desde un sitio súper vulnerable donde poca gente ha podido apoyarme», confiesa la modelo, pero a base de sacrificio, trabajo y esfuerzo personal ha conseguido trabajar en proyectos. «Toda aquella gente que esté en su casa y no se sienta valorada por su familia, que se centren en personas como nosotras, que estamos luchando, y que se empoderen», declara la artista malagueña con esperanza.

Otra de las protagonistas de la 080 Barcelona fue Gala Atehortúa, modelo no binaria que se mudó a Barcelona para iniciar su transición. «Una nace con los privilegios que le da ser blanca y un apellido español, pero eso no quiere decir que una no nace expulsada en su propia tierra. Lo bueno de eso es que puede encontrarse en otros lugares y resignificarse», apunta la también escritora, que ha encontrado en el arte su lugar.

«El no binarismo es una cosa que parece moderna, pero es ancestral», reflexiona antes del desfile. «El género es lo que se performa, incluso en el no binarismo lo que se performa es no binarismo», concluye.