Con una campaña que empezó durante la recientes fallas y que se ha prolongado a la actual Semana Sante, el Ayuntamiento de Alzira pretende que el impacto de la fiesta sea el mínimo sobre la limpieza de las calles de la ciudad. Las concejalías de Fiestas y de Servicios Públicos del consistorio que comanda Diego Gómez (Compromís) se han hecho cargo de costear los cerca de dos mil protectores de velas que se han repartido entre los cofrades para evitar que la cera que éstos desprenden en las procesiones termine ensuciando de forma permanente la vía pública.

Estos dispositivos en forma de cono se colocan en la parte superior de las velas y de este modo cuando gotea la cera cae en el recipiente de plástico y no se derrama sobre el pavimento, lo que históricamente ha originado problemas de suciedad y seguridad al ser un producto resbaladizo.

La Junta de Hermandades y Cofradías de la Semana Santa de Alzira es la encargada de suministrar los protectores a las diversas hermandades y cofradías de la ciudad.

Con este sistema se evita, por un lado, las manchas que generan el cirios, y por el otro, ayuda a garantizar la seguridad de los peatones y motoristas y evita así el ricos de caídas.