Sara protagonizó numerosas fugas para encontrarse con su novio desde que sus padres se opusieran al romance por ser menor y tener su pareja 20 años, 7 más que la adolescente. La joven se escapaba de casa pero regresaba poco después. Llegó incluso a huir una vez por la ventana de su vivienda, situada en un primer piso, cuando sus progenitores la encerraron. La última desaparición se registró el pasado 28 de enero y estuvo unos 12 días fuera de casa hasta que unos testigos afirmaron haberla visto en Alberic. Fue entonces cuando la menor volvió a casa y al joven se le impuso una orden de alejamiento. v. t. alzira