La veteranía se impuso a la juventud en el primer concurso de comer naranjas celebrado ayer en Carcaixent. Paco Cuenca, antiguo agricultor de 60 años que dejó el campo por el escaso rendimiento que ofrece, logró tragarse 2,82 kilos de cítricos en veinte minutos. El objetivo de la cita: promocionar el producto estrella del campo valenciano de una manera divertida y nunca vista hasta la fecha, como recordó uno de sus organizadores, Fernando Caballero.

Alrededor de una decena de participantes se dio cita en este curioso certamen, que se celebró en un enclave inigualable: el Mercat de Carcaixent, un edificio de estilo modernista que se acerca poco a poco al siglo de vida. Allí se congregó un gran número de vecinos, amigos de los concursantes y curiosos en general que no quisieron perderse tan peculiar cita.

El reconocido youtuber Joe Burger Challenge hizo de maestro de ceremonias y animó el ambiente. «Es la primera vez que se hace una cosa así. Uno podría pensar que comer naranjas es algo que no da para una competición pero ha sido una buena idea y muy divertida. No es como un reto de comer hamburguesas o pizzas, que te lo comes todo. Aquí tienes que pelarla y hay mucho desperdicio, así que lo hace mucho más interesante. Yo mismo he probado varias técnicas, creo que lo mejor es cortar la naranja en cuatro trozos y quitar la piel con las manos», explicaba instantes antes de que comenzase el concurso.

Llegada la hora, cada participante se posicionó frente a una caja con unas veinticinco naranjas. A su disposición tenían un cuchillo y un cubo en el que depositar los restos que no engulliesen. Todo ello se pesó antes y después de la prueba para certificar la cantidad exacta engullida. «Al final pesaremos hasta las servilletas, así que ni os limpiéis, es mejor que os chupéis los dedos. Pero no os preocupéis, un nutricionista nos ha dicho que no hay peligro por la ingesta masiva de naranjas. Eso sí, puede que tengan una salida complicada», bromeaba el youtuber.

Cuando se dio el pistoletazo de salida, todos engulleron la primera naranja a la mayor velocidad posible, ya que el más rápido tendría premio. Ricardo Monar lo hizo en solo 19 segundos.Cada uno aplicó la técnica que consideraba más adecuada. Algunos empezaron con mucho ímpetu, pero el ritmo decayó con el paso de los minutos. Se trataba de una carrera de fondo, no de un sprint. A más de uno le chorreaba zumo hasta por los codos. Todo un espectáculo para un animado público que apoyaba a todos los participantes por igual. El nivel de empatía era muy elevado y seguro que varias personas se fueron a sus casas con dolor de estómago.

Dejar solo la piel

Cuenca hizo gala de su veteranía. Demostró ser conocedor del campo y de la materia prima que tenía entre sus manos. Venció a todos, incluso a los más jóvenes. «Yo simplemente quería participar en el concurso y probar suerte, no me esperaba, ni mucho menos, estar entre los primeros», aseguró tras conocerse ganador. «Me encuentro fenomenal, las naranjas eran muy dulces. La salustiana ya de por sí es dulce, pero tiene mucho zumo€ Eso sí, no me he comido los tres últimos gajos porque no quería dar un espectáculo, si llego a comer uno más reviento» añadió a continuación. El vencedor aseguró que su truco fue el de dejar cada naranja «en la pura piel». «Me lo tragaba todo», apostilló.

Antonio Albort se quedó cerca del registro de Cuenca, ya que se tragó 2,63 kilos de naranjas en veinte minutos. El tercer premio fue a parar a manos de Ricardo Monar, que alcanzó los 2,5.