Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Movimiento

La jueza embarga la cuenta con la que se perpretó la estafa a Algemesí

El juzgado número 3 de Alzira reclama a la entidad bancaria el expediente del cliente para tratar de identificar a los ciberdelincuentes - Retendrá el dinero que pueda bloquear hasta la resolución del caso

La jueza embarga la cuenta con la que se perpretó la estafa a Algemesí

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Alzira ha solicitado a ING el embargo de la cuenta bancaria con la que un grupo de ciberestafadores se apropió de 135.400 euros del Ayuntamiento de Algemesí al hacerse pasar por representantes de la empresa encargada del servicio de limpieza viaria, Tetma. La providencia judicial, emitida el pasado 8 de septiembre, forma parte de la investigación iniciada tras la denuncia presentada por el propio ayuntamiento tras percatarse del engaño. Según el documento, al que ha tenido acceso Levante-EMV, la jueza ha acordado el embargo cautelar de la cuenta al estar involucrada en un procedimiento penal por la presunta comisión de un delito de estafa o apropiación indebida. De ese modo, el dinero que se pueda retener se depositará en la cuenta del juzgado hasta que se resuelva el caso. Como parte de la investigación, la jueza ya ha reclamado a la entidad bancaria que certifique la existencia de personas autorizadas y usuarios de canales de banca electrónica relacionados con la cuenta, así como la oficina concreta en la que ésta se abrió. Asimismo, ha solicitado el expediente íntegro de apertura de la cuenta y todos los contratos y productos vinculados a la misma. «Poco a poco se dan pasos para recuperar el dinero estafado al ayuntamiento. Ahora falta saber la cuantía que se ha embargado. Nuestra intención es recuperarlo todo y, si no puede ser, la cantidad máxima que esté a nuestro alcance», explicó ayer la alcaldesa, Marta Trenzano, que añadió: «También será interesante saber qué transferencias se han realizado a otras cuentas, si son nacionales o en el extranjero, e intentar embargarlas también para estrechar el cerco al dinero robado». El envío del dinero a una cuenta corriente fraudulenta se registró el pasado 23 de abril, en pleno confinamiento por la expansión de la pandemia provocada por el coronavirus, aunque los funcionarios no advirtieron el fraude hasta principios de agosto, cuando la verdadera adjudicataria del servicio de limpieza advirtió al ayuntamiento de que tenía una factura pendiente de cobro. El departamento de Intervención no tardó en comprobar que se había abonado, pero no a quien el consistorio creía. El departamento municipal de Intervención recibió el 23 de abril un correo electrónico que, en nombre de la empresa Tetma, solicitaba un cambio de la cuenta corriente a la que se debían ingresar los pagos. El personal técnico del ayuntamiento requirió el detalle de la modificación y los malhechores remitieron una certificación bancaria falsa y un documento de la empresa, igualmente fraudulento, que indujeron al error. El ayuntamiento abonó la factura el 30 de abril, aunque la estafa no se destapó hasta el pasado 3 de agosto, cuando Tetma reclamó el pago de la factura registrada el 7 de abril. El fraude había pasado desapercibido más de tres meses.

Compartir el artículo

stats