Las alertas y reiteradas protestas por el escaso caudal que circula por el tramo final del Xúquer caen en saco roto. El río suele quedarse seco en algunos tramos cada vez con mayor frecuencia, aunque esta circunstancia apenas altera la agenda de las instituciones que tienen encomendado el control y gestión de los caudales. Y tampoco parece preocupar mucho a los responsables políticos, dada la es casa importancia que conceden a este asunto. Durante los últimos años ha habido avances innegables en la recuperación del ecosistema fluvial, pero el prometido caudal ecológico es una entelequia ante los múltiples intereses que convergen en el aprovechamiento del agua. En estas condiciones, ayer volvió a constatarse que entre Sueca y Fortaleny no circulaba la corriente.
La asociación ecologista Xúquer Viu ha comprobado que el Azud de Cullera ha estado seco durante los últimos días. El Plan Hidrológico asigna al Xúquer solo 1’5 m³/segundo en ese punto, situado a 15 km de la desembocadura. «Pero ni siquiera los paupérrimos caudales ecológicos del río Júcar se mantienen», lamentan el colectivo. Un tramo del afluente Albaida, también se secó en verano. El Xúquer, que aporta más de la mitad del agua de todos los ríos de la demarcación, es un río sobreexplotado al que se deja casi sin agua en su tramo final, entre Tous y el Mar Mediterráneo, un total de 80’5 km.
Sólo un tres por ciento
El caudal asignado al Azud de Cullera representa un 3% del caudal del río en régimen natural. «O sea, solo se reservan en el río 3 de cada 100 litros que fluyen por el Júcar, cantidad completamente insuficiente para mantener la vida y la biodiversidad», protesta Xúquer Viu, que también reivindica que los caudales ecológicos no tienen que ser inferiores al 10% del agua que transporta el río.
En el Azud de Antella el río ha llevado entre el 1 y el 9 de diciembre un caudal inferior a los 2 m³/segundo (el 3 de diciembre tan solo 1’80), justo en el límite establecido «pese a saberse que es un punto clave en el mantenimiento de la vida en el río».
Xúquer Viu reprocha que la Confederación Hidrológica del Júcar no piensa aumentar los caudales mínimos en el tramo final del Xúquer. «A pesar de que este caudal aumenta en determinados meses del año, se mantiene un mínimo insuficiente del Plan de 2016. Además no se compensa la pérdida de caudales debido a la modernización de regadíos, dado que los retornos del riego a manta no irán a parar en el río y a los acuíferos. Sin este caudal compensador, podemos afirmar que el caudal real del Bajo Júcar será inferior al al fijado en 2016, incumpliendo el principal objetivo de la Directiva Marco del Agua, que es conseguir el buen estado para 2027», alerta el colectivo.
