Paco Salom, alcalde de Carcaixent desde 2015, ha decidido finalmente poner fin a su larga trayectoria política. Anoche apostó por la renovación de la candidatura y será Enric Casassús quien le sustituya al frente de la lista electoral de Compromís. La asamblea ratificó por unanimidad los cambios que venían fraguándose desde hace bastantes semanas, una vez que el conocido hostelero y cantante se mostró dispuesto a dar un paso al frente y liderar el colectivo naranja «para renovar de manera lógica y natural un proyecto político y de ciudad con ganas, ideas, entusiasmo e inteligencia».
El nuevo escenario que se abre tras dos legislaturas al frente del ayuntamiento obligaba a dar un nuevo impulso a la agrupación valencianista. Hace tiempo que Salom valoraba la oportunidad de plantear su salida y el hecho de que Casasús se postulase ha facilitado el proceso. Ambos, conjuntamente con otros dirigentes de Compromís, han preparado el proceso de transición que culminó ayer con la renuncia expresa de la primera autoridad local a volver a encabezar la candidatura y la elección de Casassús como sustituto.
«Los nuevos tiempos vienen acompañados de nuevos escenarios y nuevos retos y, por tanto, se trata de una renovación conveniente y acertada», proclamó ayer Salom. Por su parte, Casassús agradeció tanto la labor desarrollada por el actual alcalde al frente del Grupo Municipal de Compromís como la contundente respuesta dada por la militancia a su candidatura. Su designación abre la precampaña y pone en marcha la maquinaria electoral en Carcaixent, donde también se esperan cambios significativos en otras formaciones políticas.
Paco Salom ha sufrido mucho desgaste en los últimos años. La compleja gestión del ayuntamiento en inferioridad numérica (gobierna en coalición con el PSPV, pero entre ambos solo suman diez de los 21 concejales del consistorio) le dejó primero a merced de un tránsfuga de Ciudadanos, Juan Albert, al que acaban de condenar a devolver el sueldo que cobró por formar parte del gobierno local, y después al albur de una oposición que ha competido para ponerle en aprietos con la bajada de impuestos y con recurrentes pleitos judiciales.
Enric Cassasús es consciente de que llega en un momento difícil, aunque jamás le han importado los desafíos. «Vivimos una situación complicada a nivel social y político, pero desistir no ha estado nunca entre nuestros planes», señaló ayer con la seguridad de quien está acostumbrado a sortear dificultades. «Además, confío en que seremos capaces de generar suficientes empatías y sinergias para que nuestro proyecto llegue a aquellos que, como nosotros, creen posible y necesario un Carcaixent moderno, sostenible, habitable y de progreso», precisó antes de rematar: «Somos más de los que ellos quieren y dicen».
En su despedida, Salom elogió a Casassús por ser una persona «comprometida con Carcaixent» y se puso a su disposición «para ganar otra vez las próximas elecciones, conseguir nuevamente la alcaldía y asegurar mejores servicios para la ciudadanía».
Fin a una trayectoria de 23 años desde la oposición a la alcaldía
La presencia del colectivo nacionalista, a través de diferentes nomenclaturas, en el Ayuntamiento de Carcaixent tiene una trayectoria de 35 años. Comenzó en 1987 y se mantiene hasta hoy. Paco Salom ha tenido una presencia destacada en ese grupo en los últimos 23 años al liderar la candidatura del Bloc primero y después la de Compromís. Tras representar el papel de jefe de la oposición durante el mandato del PP ante los malos resultados que obtenía el PSPV, alcanzó la alcaldía en 2019 al obtener diez concejales e incorporar al gobierno local al edil de Reiniciem. En los comicios de 2019 se quedó con seis escaños y el PSPV logró cuatro. «Han sido ocho años de gestión, con aciertos y errores, y la renovación es uno de los elementos necesarios ahora», admitió ayer.
