Vecinos de Llombai se amotinan contra el tráfico pesado de una calle

Los vecinos de la calle Gandia de Llombai han decidido alzar la voz para protestar contra el intenso tráfico que, según denuncian, soportan desde hace meses y, a la espera de que el ayuntamiento adopte alguna de las medidas que le han solicitado para paliar las molestias que sufren, han expresado su malestar con la exhibición de carteles en sus viviendas con la leyenda «El C/Gandia no és una autovia» en los que reivindican que se prohíba el paso de vehículos pesados y que se haga cumplir el límite de velocidad de 30 km/h que se anuncia en los accesos al núcleo urbano.

Paralelamente, la gran mayoría de residentes ha firmado un escrito dirigido al alcalde en el que denuncian que esta calle de doble sentido se ha convertido en una especie de ronda exterior o travesía y que el aumento del paso de vehículos pesados, tanto camiones de tran tonelaje como autobuses, provoca situaciones de riesgo ya que cuando se cruzan se ven obligados a realizar «maniobras extrañas» en las que invaden la acera o incluso han llegado a causar daños en algún balcón y en otros vehículos aparcados. Señalan además que muchos vehículos no respetan los pasos de peatones ni las señales verticales o superan «ampliamente» el límite de velocidad.

Contaminación por humos y ruidos

Los vecinos aseguran ser conscientes de que el tráfico ha aumentado en todo el pueblo, pero señalan que en el caso la calle en Gandia la situación es más grave, especialmente tras observar que se ha recuperado la actividad en las antiguas instalaciones de Apesa y, con ella, el paso de camiones que generan además otro tipo de molestias. «Algunos dejan en marcha el motor o los refrigeradores durante horas, impidiendo un correcto descanso nocturno a los vecinos», expone el escrito firmado por más de una veintena de residentes, en el que emplazan al gobierno local a que, de forma inmediata, asigne una mayor presencia policial para el control de la velocidad y el respeto del resto de señales de tráfico; prohíba la circulación de vehículos pesados, además de solicitar información de la actividad que se está realizando en las antiguas naves de Apesa.

La movilización de este grupo de vecinos se produce tras mantener dos reuniones con el alcalde, en mayo y diciembre, para informarle del problema. Los vecinos de la calle Gandia alegan que José Forés les comentó en este último encuentro que estaba pendiente de una subvención para aplicar algunas de las medidas que le solicitaban, si bien advierten de que ninguna de ella aparece en las actuaciones anunciadas en el último boletín municipal, que incluye un listado de calles que se van a reasfaltar si bien tampoco aparece la suya «a pesar de su evidente mal estado a causa principalmente del tránsito de vehículos pesados». Los vecinos denuncian también las molestias por humos y ruidos.