Artículo de opinión

Los socialistas alzireños no podemos pactar ni con la derecha ni con la extrema derecha

Paco Martí

Paco Martí / VICENT M PASTOR

Paco Martí Furió

Hay que dar forma a las piezas de puzzle originadas tras las elecciones municipales del pasado 28 de mayo. En Alzira no resulta sencillo, hay una igualdad casi numérica entre la derecha y la izquierda si bien el concejal electo de Ciudadanos parece a priori quien debe decantarse por el ala progresista o por la conservadora.

Con todos mis respetos a las personas que componen el partido UCIN en Alzira, no creo que sea de lógica formar gobierno con el PSOE y hay una razón: los miembros de esta formación provienen de ambas escisiones en el Partido Popular y Vox y ese no es nuestro camino, ni siquiera nuestra senda. No podemos vernos involucrados en un gobierno local con los votos de aquellos cuyo ideario está a las antípodas de la filosofía socialista, tal y como quedó refrendado en el último congreso que se celebró en València.

En la agrupación socialista de Alzira hemos cometido demasiados errores. El más flagrante el pacto de gobierno que hicimos con la derecha en la década de los noventa y primeros años de este siglo, cierto es que era la única salida para poder gobernar, pero visto en perspectiva igual aquello nos hizo más daño del que realmente podemos imaginar. Los ciudadanos han tenido una idea borrosa y poco clara después de aquellos movimientos y eso se ha visto reflejado en los resultados obtenidos en las últimas cinco citas electorales en nuestro municipio. Lo máximo a lo que hemos podido aspirar es a formar parte de los gobiernos locales tras las elecciones del 2015 y 2019.

Pero lo que mejor explica todo este proceso evolutivo en la tendencia de votos del PSOE en Alzira es sin duda la cronología:

  • Elecciones de 2003: en ese momento ostentamos la alcaldía en coalición con partidos de derecha, así que los 6.703 votos conseguidos nos dejó en la oposición.
  • Elecciones de 2007: 4.561 votos, un resultado irrisorio ante un muy crecido Partido Popular.
  • Elecciones de 2011: 4.339 votos, un copia y pega de 2007.
  • Elecciones de 2015: 5.114 votos, la nueva candidata Isabel Aguilar consiguió un aumento significativo de votos, cuatro concejales, la vicealcaldía y formamos un gobierno junto con Compromís que hizo resurgir Alzira de una etapa larga y sombría después de doce años de gobierno popular.
  • Elecciones 2019, misma candidata, pero alguna cosa no supimos trasladar a la ciudadanía que nos relegó como tercera fuerza en votos, 3.169 y la pérdida de un concejal quedando en tres.
  • Elecciones de 2023, cambio de candidata a Gemma Alós: 3.553 votos, apenas 400 votos más. De este resultado escribiré un artículo para poder analizar en profundidad qué es lo que ha sucedido.

¿Tenemos posibilidad de volver a formar parte del gobierno? Sí. ¿Estamos ante un proceso similar a finales de los noventa? También.

Espero no volvamos a cometer aquel error de pactar con la derecha y que como ha quedado reflejado en la cronología de votos nos ha pasado una factura muy cara, así que por favor no cometamos el error de por una silla y un sueldo hipotecar el futuro del partido en las próximas décadas.

Yo, el que escribe, me considero el más ingenuo de la escuela, pero como ya he vivido este momento deseo que no volvamos a caer en la trampa mortífera de dejarnos mecer en los brazos de la derecha y pasar a ser simples títeres en una posible alianza de intenciones y intereses.

Leamos alto y claro la carta fundacional del PSOE. Perdonar que vuelva a incidir, pero es tanto lo que nos separa y tan poco lo que nos une a la derecha y extrema derecha que no puedo llegar a visualizar que un pacto de tal calibre pueda llegar a producirse.

En estos días se están sacando los restos de más de 200 personas de la fosa común del camposanto alzireño, ciudadanos la mayoría de nuestra localidad que fueron vilmente fusilados, muchos de ellos pertenecientes al PSOE.

Hago este inciso para, por la memoria de todos ellos, calibrar, pensar, meditar y estudiar muy bien todos los movimientos que hagamos para que no nos hagan derivar en un clima denso y difícil de digerir para todos los que sentimos y vivimos el socialismo. En mi propia familia hemos padecido en primera persona aquella barbarie que acababa con la vida de gente humilde, impune y que solamente hacían gala de una ideología que pasados los años sigue estando vigente y que debemos hacer llegar a los más jóvenes para poder seguir avanzando, logrando objetivos comunes por el bien de todas y todos, por el futuro de esas generaciones que ahora viven al margen de la clase política, pero lo queramos o no es la manera que tenemos en esta sociedad para ser dirigidos como colectivo, con orden, prudencia y pensando siempre en el bienestar de la ciudadanía.

Finalizo con la certeza que el Partido Socialista en Alzira, al que pertenezco, debe seguir adelante como garante de la transformación generacional, posiblemente tengamos que pisar mucha calle para hacer llegar nuestra filosofía a quienes deben depositar su confianza en nosotros. Una cosa sí tengo muy clara y es que debemos tener la cara bien alta, escuchar opiniones, recabar alianzas, ser partícipes del tejido festivo y asociativo de nuestra ciudad para entre todos conseguir en 2027 dar la vuelta a la cronología y situar al PSOE en aquellos años dorados en los que éramos la primera fuerza en número de votos y concejales