La actividad delictiva crece en Alzira

La capital de la Ribera Alta lidera un crecimiento generalizado de infracciones penales durante el primer semestre del año

Entre enero y febrero se han cometido 4.240 delitos en las cinco ciudades más pobladas, un 12,7 % más que en 2022

Dos agentes acompañan a una mujer detenida al juzgado en Alzira.

Dos agentes acompañan a una mujer detenida al juzgado en Alzira. / Perales Iborra

Rubén Sebastián

Rubén Sebastián

Los índices de delincuencia mantienen su tendencia ascendente en la Ribera. Especialmente en Alzira. El último balance elaborado por el Ministerio de Interior cifra el incremento de los delitos en la capital comarcal en un 23,2% durante el primer semestre del año. De hecho, de mantenerse la progresión, los datos de los tres primeros trimestres podrían superar, incluso, el cómputo total de 2022.

La situación de Alzira no difiere del resto de las grandes ciudades de la comarca (el informe se centra en las infracciones penales registradas en las localidades con una población superior a los veinte mil habitantes). Alzira, Carcaixent, Cullera, Algemesí y Sueca sumaron durante los seis primeros meses del año 4.240 delitos. En el mismo periodo de 2022, fueron 3.699. Dicho de otro modo, han crecido un 12,7 %. La diferencia ha crecido con respecto al primer trimestre del año, en el que el aumento era del 11,4 %. Entre enero y marzo, el balance ministerial cifraba en algo menos de dos mil los actos ilícitos detectados en las urbes de mayor tamaño de la Ribera, mientras que entre abril y junio fueron alrededor de 2.300. 

De los 4.240 delitos cometidos en la comarca durante la primera mitad del año, 1.382 se produjeron en Alzira. El valor representa un incremento del 23,2 % con respecto a los seis primeros meses de 2022, en los que se registraron 1.122. De estos, casi seiscientos carecen de tipología especificada mientras que las fuerzas de seguridad atendieron 358 casos de hurto (casi un 50 % más que en el primer semestre del año anterior). Es el delito más común, por delante de la ciberdelincuencia. Las estafas y otras infracciones digitales crecieron un 12,6 % durante el primer tramo del 2023. Se contabilizaron 206. A los ilícitos ya mencionados hay que añadir casi 150 casos de robos con fuerza en domicilios u otro tipo de establecimientos. También han crecido significativamente los delitos de tráfico de drogas (de 5 a 13) y aquellos que atentan contra la libertad sexual (de 6 a 15).

Variación mínima

Tras Alzira, Cullera es la segunda ciudad con un mayor repunte de la delincuencia durante el primer semestre del año. La comparativa con el mismo periodo de 2022 arroja un incremento del 18,8 % en el número de infracciones penales, al pasar de 772 en el anterior ejercicio a 917 en el actual. El informe no especifica la naturaliza de la mitad (458) de los delitos y sitúa a los hurtos como la tipología más habitual, con 205 denunciados entre enero y junio. Un 9 % más que en 2022. Uno de los crecimientos más importantes es el protagonizado por la criberdelincuencia, al pasar de 74 a 128 casos. Casi el doble. También han aumentado los robos con violencia e intimidación (de 16 a 25) y aquellos cometidos en domicilios y otros locales mediante el uso de la fuerza (de 41 a 66); así como las sustracciones de vehículos (de 8 a 14). Sin embargo, la localidad turística ha registrado un ligero descenso de delitos contra la libertad sexual (de 9 a 7).

En Sueca, el repunte de la delincuencia ha sido menor. El informe ministerial da cuenta de 818 infracciones penales durante el primer trimestre, un 9,1 % más que en el mismo periodo del pasado año (750). La capital de la Ribera Baixa sigue la tendencia de Alzira y Cullera. Los delitos más comunes, los hurtos y aquellos de tipo digital, crecen. También han aumentado significativamente los robos con violencia (de 4 a 12). En el caso de Algemesí, el crecimiento ha sido ligeramente mayor, del 12,5 %. En su caso, buena parte de las tipologías penales registran descensos, mientras crecen la ciberdelincuencia, los delitos de lesiones o el tráfico de drogas. En Carcaixent, en cambio, la variación entre ambos semestres es mínima, con un incremento del 0,4 %.

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