Aparcar en el hospital de la Ribera es enfermizo

La falta de plazas de estacionamiento se ha convertido en un mal endémico que nadie aborda pese a las reiteradas promesas de solventarlo

Mazón también se comprometió a estudiarlo y el ayuntamiento busca alternativas «sostenibles»

El hospital de la Ribera está siempre rodeado de vehículos.

El hospital de la Ribera está siempre rodeado de vehículos. / Levante-EMV

A. C.

La falta de aparcamiento se ha convertido en un mal endémico del hospital de la Ribera. La carencia de plazas de estacionamiento sigue sin resolverse pese a las reiteradas promesas de solución lanzadas por políticos de distinto signo. Las medidas puntuales llevadas a cabo hasta ahora tampoco han resultado efectivas. El problema persiste y agrava el no menos caótico diseño de los accesos, que se congestionan con frecuencia, y añade peligrosidad al estrecho Camí de la Perrera, por el que se ven obligados a andar muchos usuarios pese a carecer de arcenes tras aparcar el coche en espacios aledaños.

Muchos usuarios se ven forzados a dejar muy lejos sus vehículos y las caóticas vías de acceso tampoco ayudan

Todas las formaciones políticas admiten que la solución no puede demorarse más, pero el tiempo pasa sin que aparezca un proyecto definitivo que ponga fin al caos. El problema nació con el propio hospital. La infraestructura se concibió demasiado pequeña tanto en capacidad sanitaria como en accesibilidad. La falta de espacio se ha cronificado y nadie ha sabido curarla. Ni los gestores privados que administraron el centro durante más de 17 años ni la Conselleria de Sanidad que controla directamente la gestión del centro asistencial desde abril de 2018. Hasta ahora sólo se han puesto parches que nunca resuelven el déficit.

Un «endemismo»

La propia dirección del centro hospitalario reconoció en julio de 2022, tras anunciar la habilitación de setenta nuevas plazas de aparcamiento gratuito, que se buscaba «solucionar la escasez de plazas de aparcamiento que el centro hospitalario sufre, de forma endémica, desde el momento de su apertura, hace ya más de 20 años». Fue otro paño caliente. El problema persiste.

Cada día, los usuarios menos afortunados deben aparcar sus vehículos muy lejos del hospital. Muchos conductores incluso evitan acercarse directamente al centro sanitario conscientes de que sería una pérdida de tiempo. Entrar en el bucle de viales que dan acceso a la puerta principal del recinto resulta tan desesperante como encontrar una plaza libre en los aparcamientoa gratuitos. En esas condiciones, emprenden una búsqueda de espacios en zonas rurales más alejadas o en el polígono industrial Tisneres, situado frente el centro asistencial.

«Acabar con el colapso»

El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, prometió en Algemesí durante la reciente proclamación de los candidatos del PP a las alcaldías de la Ribera que el hospital «volvería a ser» bajo su mandato «el centro comarcal de referencia que era». Reprochó que pasara de ser noticia por los buenos índices asistenciales a serlo «por las listas de espera, la falta de incentivos para el personal sanitario o las malas condiciones en Urgencias» y se propuso «acabar con el colapso que sufre la sanidad pública». Semanas más tarde, el nuevo líder del PP alzireño, José Luis Palacios, apeló ante Mazón a la necesidad de aumentar el número de plazas de aparcamiento del hospital «para que nadie tenga que dejar su coche a dos kilómetros», una propuesta que prometió atender el actual presidente autonómico.

Un «bus lanzadera»

El gobierno alzireño también apuesta por ampliar el estacionamiento, aunque ve igualmente imprescindible explorar vías más sostenibles como la mejora de la conexión del centro asistencial alzireño con otras localidades mediante líneas de transporte público, iniciativa que ayudaría a descongestionar el parking. Compromís, que lidera un ejecutivo municipal del que también forman parte el PSPV y el grupo independiente UCIN, reivindica un «bus lanzadera» capaz de trasladar a los usuarios desde la estación ferroviaria al hospital. 

La actual gerente del departamento de salud de la Ribera, Rosabel Ribes, y el alcalde alzireño evaluaron el pasado mes de diciembre diversas alternativas. La creación de un carril-bici y la puesta en marcha del autobús lanzadera fueron propuestas que se pusieron sobre la mesa para mejorar la fluidez y la comodidad del tráfico. Y hace apenas unos días el Consell Comarcal de UGT reclamó la ampliación del Hospital de la Ribera «con más camas disponibles y más plazas de aparcamiento». 

Muchas palabras sin hechos

La diputación se comprometió en septiembre de 2017 a habilitar un nuevo aparcamiento gratuito frente al servicio de Urgencias mediante la cesión de un solar de su propiedad que permitiría aumentar las plazas de estacionamiento, pero han transcurrido siete años y el caos de tráfico se mantiene. Nadie ha pasado todavía de las palabra a los hechos.

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