Algemesí impulsa una alianza comarcal contra las plagas para salvar la agricultura

La Copal quiere exportar su modelo de colaboración con el ayuntamiento a la Mancomunitat

El objetivo es implantar medidas que revitalicen el campo

Se busca rentabilidad y garantizar el relevo generacional

El aguacate se abre paso para diversificar la producción

El alcalde y el presidente de la Copal en las instalaciones de la cooperativa

El alcalde y el presidente de la Copal en las instalaciones de la cooperativa / Levante-EMV

La alianza establecida entre el Ayuntamiento de Algemesí y la cooperativa agrícola local, Copal, comienza a dar sus frutos. El plan de colaboración abierto entre ambas entidades para revitalizar el sector agrícola, sometido a una intensa degradación por la falta de rentabilidad de los cultivos y la ausencia de relevo generacional, ha logrado reducir los efectos de las plagas de la mosca blanca y la negrilla, que habían provocado una alarmante disminución de la cosecha comercializable, y elevar la producción mientras se introducen nuevas variedades de cítricos y se exploran nuevos cultivos, como el aguacate, cuya presencia de extiende progresivamente por el término municipal.

Nuevas instalaciones de la cooperativa inauguradas en octubre de 2002

Nuevas instalaciones de la cooperativa inauguradas en octubre de 2002 / Vicent M. Pastor

El objetivo es revitalizar la agricultura e impedir que la calidad de las cosechas que siempre ha ofrecido el campo de Algemesí y de la Ribera quede en manos de los grandes fondos de inversión y de las multinacionales privando a los propietarios de la tierra de los beneficios que pueda generar un negocio imprescindible para la sostenibilidad del planeta. Por ello, la Copal ya planea extender su exitosa experiencia en la lucha contra las plagas al conjunto de la comarca. Se propone abrir negociaciones con la Mancomunitat de la Ribera para desarrollar nuevas líneas de colaboración que amplíen los programas de lucha contra las plagas al objeto de establecer un cordón de defensa en la comarca frente a la mosca blanca o la negrilla. «Hay que pasar de la escala local a la comarcal para protegerse», avanzó ayer el presidente de la Copal, José Bomboí.

Hace dos años la cooperativa de Algemesí perdió siete millones de kikos de fruta afectada por la mosca y la negrilla y tras el primer tratamiento de choque el destrío de la fruta se redujo a unos cientos de miles, pero las altas temperaturas invernales han reavivado los efectos de la plaga y hay que redoblar la apuesta.

La renovación del convenio entre el ayuntamiento y la Copal permitirá ahora destinar durante la nueva temporada 60.000 euros al labrador local en busca de fórmulas que mejoren la economía agraria y hagan más atractivo el sector entre las nuevas generaciones. Esa asignación económica se destinará a reforzar la estimulación de la floración, avanzar en el tratamiento de la negrilla en el caqui y la naranja, instalar la malla para la recogida de la hoja del caqui o renovar los árboles.

Diversificar la oferta

La incorporación de nuevos cultivos para diversificar la oferta productiva y adaptarse a las necesidades del mercado también está entre las grandes prioridades que se ha marcado la Copal y el ayuntamiento. Tanto la cooperativa algemesinense como sus socios de Greenfruits, entre los que figura la cooperativa de Alzira, recolectan y manufacturan naranjas y caquis de gran calidad, pero también han abierto otras líneas de producción, entre las que el aguacate comienza a ganar protagonismo. Este fruto es cada vez más apreciado entre los consumidores y cada año crece la superficie cultivada. Toma el relevo en la cadena de envasado tras el caqui y es un valor en alza. «La Copal ha sabido introducir muy bien el caqui y ahora está en el proceso de afianzar el aguacate, un producto que está muy de moda y es muy solicitado en el mercado», confirmó ayer el presidente de la Copal.

Además del convenio, el alcalde ha subrayado que el consistorio también apoya a los productores mediante «una reducción del coeficiente que se aplica al IBI rústico, rebajándolo del 0,65 al 0,60; lo que implica que entre 30.000 y 40.000 euros se quedarán en los bolsillos de los agricultores». Del mismo modo, el gobierno local reducirá la presión fiscal que sufre el labrador mediante la rebaja del 5% del coeficiente del IBI rústico, que se aplicará durante el 2024 en todos los recibos», según ha precisado Sanchis. 

Una institución centenaria

José Bomboí añadió tras el encuentro con los representantes políticos que era «necesario que el ayuntamiento conociera de primera mano lo que la Copal hace en el campo y en los almacenes, y que escuchara las inquietudes de la cooperativa dado que gran parte de la agricultura local está representada en la Copal». Finalmente, el concejal de Agricultura, Marcos Giner, comentó: «Ha sido una visita muy provechosa a una institución centenaria que da de comer a muchas familias». 

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