Inventa un revestimiento ignífugo para evitar que se repita un incendio como el de Campanar

Luis Rojas patenta un modelo que resiste toda carga de fuego sin descomponerse

«Mi intención es ayudar a la humanidad», asegura 

Hace una década buscó un modelo de estoque y banderilla indolora que pusiera fin al debate sobre la fiesta taurina

Así funciona el revestimiento ignífugo inventado por un valenciano para evitar que se repita un incendio como el de Campanar

Levante-EMV

El veloz incendio del edificio de Campanar dejó abatida y perpleja a la sociedad valenciana. Y también sacudió conciencias en medio mundo. Las llamas acabaron con cualquier rastro de vida en catorce plantas y 138 viviendas en menos de media hora. La combustibilidad de los materiales, incluso los que formaban parte de la fachada, avivó el fuego hasta convertir el inmueble en una enorme pira que estremeció al planeta. También a un inventor de Algemesí, Luis Rojas Gomáriz, que ha trabajado desde entonces en un revestimiento ignífugo que evite que esa tragedia pueda reproducirse. Y ya lo tiene listo. Las primeras pruebas de verificación indican que es tan térmico como incombustible.

Impactantes imágenes de la lucha contra el fuego: así vivieron los bomberos el incendio de Campanar

Hace casi cuatro años, Rojas patentó un primer revestimiento ignífugo para elementos constructivos de la edificación, cuya estructura se compone de una capa básica de yeso sobre la que se extiende antes de su fraguado otra de material ignífugo. Al ver las impactantes imágenes del incendio de Valencia decidió darle un nuevo impulso al proyecto. Y se propuso mejorarlo y modernizarlo tanto para que pueda reemplazar tanto a las placas de cartón y yeso (tipo pladur) que sustituyen a los tradicionales tabiques de ladrillo en muchas viviendas como para articular puertas incombustibles que impidan la extensión del fuego una vez se expanden las corrientes de aire que alimentan las llamas con el oxígeno. 

"Económico y natural»

Su producto está compuesto «de productos muy económicos y naturales». Para comprobar la fiabilidad de su invento expuso su revestimiento a la máxima carga de fuego. No se conformó con someter su producto a la acción de un soplete corriente sino que buscó uno de soldadura autógena, capaz de horadar todo tipo de superficies por las elevadas temperaturas que genera. Acudió a un profesional del ramo y le pidió que lo sometiera a la máxima carga calórica. Y resistió. La intensa llama sostenida durante más de cinco minutos no provocó más que una pequeña mancha mientras que la superficie trasera estaba fría, no había ni rastro de calor. Frente al sistema pladur, que suele mostrar poca resistencia al fuego y no es 100 % ignífugo, el modelo inventado por Rojas muestra completa resistencia. «Además, sin buscarlo, he comprobado que también es disipador, es térmico», aventura.

Luis Rojoas muestra sius prototipos

Luis Rojoas muestra sius prototipos / Levante-EMV

«Estoque y banderilla indolora»

Rojas es de espíritu inquieto e inconformista. Allá donde encuentra un problema se estruja los sesos en busca de una solución. «Mi intención es ayudar, colaborar en el desarrollo de la raza humana, no ser el más rico del cementerio», asegura. En los últimos 25 años ha inventado todo tipo de artilugios «para hacerle la vida cómoda a la gente». Tiene patentado desde un picadero automático a una cajetilla de tabaco con un encendedor incorporado, pero la idea que más ha trascendido es una banderilla taurina indolora y un estoque simulado con los que pretendía desactivar la encendida polémica que en su ciudad de origen, Algemesí, enfrenta a los partidarios de la Setmana Taurina con los antitaurinos.

Harto de las disputas verbales y agresiones físicas desencadenadas hace una década, el inventor diseñó una banderilla y un «estoque telescópico» que, en vez de atravesar la piel del toro para debilitarlo o causarle directamente la muerte, se adhieren al lomo del animal y acaban impregnándolo de pintura roja para simular la pérdida de sangre con el objetivo de «garantizar la fiesta y el espectáculo» sin quitarle la vida.