Entrevista | Braulio Correal Rosell Entrenador del Family Cash Alzira FS

«El objetivo del Alzira FS es volver a Primera, pero sin obsesionarnos»

El técnico alzireño aboga por «tener los pies en el suelo» en el regreso a Segunda, una categoría mucho más reñida que la élite: «Hay diez o doce equipos que perseguirán lo mismo que nosotros»

Braulio Correal, entrenador del Alzira FS.

Braulio Correal, entrenador del Alzira FS. / Agustí Perales Iborra

Rubén Sebastián

Rubén Sebastián

Braulio Correal logró tres ascensos en seis años y elevó al Alzira FS hasta la Primera División. Tras una campaña irregular, el conjunto de la Ribera no ha salvado la categoría. En estos momentos, confecciona la plantilla del próximo curso, con la posición del ala zurdo como máxima prioridad.

Ha finalizado su primera temporada completa en la máxima categoría, ¿qué impresiones saca de esta experiencia a nivel individual?

Ha sido una experiencia fantástica. La temporada ha sido espectacular. Es verdad que ha sido también el año, desde que empezó esta etapa, en el que nos hemos encontrado una mayor adversidad, con momentos y partidos complicados. Por ejemplo, recuerdo la derrota en casa ante Industrias, que por cómo se desarrolló fue muy dura. En general, se aprende muchísimo y ahora tenemos una mochila de aprendizajes muy buena. Está en nuestra mano ser inteligentes y capitalizarlos.

Además, ha sido con el club de su ciudad, al que usted mismo ascendió a la élite. Eso lo habrá hecho más especial todavía…

Ciertamente, es una de las cosas más bonitas de esta experiencia. De hecho, no quiero ponerme sentimental, pero ahora mismo no sabemos si va a volver a ocurrir. Pero poder haber disfrutado de tu deporte, tu pasión y tu profesión en la máxima categoría y en tu ciudad es algo que, de momento, ya queda para la historia. Hemos tenido quince partidos de grandísimo nivel en el Palau, y otros tantos fuera, algunos con mucha afición arropándonos, es algo brutal, independientemente del descenso.

Correal, en la plaza Mayor de Alzira.

Correal, en la plaza Mayor de Alzira. / Agustí Perales Iborra

A nivel colectivo, el Family ha sido el mejor colista en puntuación de la última década, pero con unos registros que hablan de su debilidad en ataque y en defensa. ¿Qué lectura hace?

Creo que eso habla del nivel de la categoría. Hemos acabado la temporada con 24 puntos y es una lástima, porque creo que estábamos en un buen momento de forma. Posiblemente, con dos jornadas más habríamos peleado hasta el final, nos ha penalizado mucho la primera vuelta, con solo seis puntos. Aun así, es digno haber luchado como lo hemos hecho. Pero también es cierto que nuestra media de goles estaba en torno a los dos, lo que te limita. Sabías que en un partido con muchos errores defensivos, se te iba a poner muy cuesta arriba. Nos ha faltado pólvora, a nivel colectivo e individual también, nadie ha llegado a los diez tantos. Al final, ha quedado claro que lo que en otras categorías vale, en Primera no, porque es un planeta completamente diferente al de Segunda. Igualmente, creo que el equipo ha ido de menos a más y los jugadores han crecido.

Lo cierto es que ha sido una temporada de muchos altibajos. ¿Cómo gestionó con la plantilla el tramo de trece partidos sin vencer?, ¿llegó a pensar en la posibilidad de ser despedido?

Cuando tienes mucha adversidad es muy importante trabajar el aspecto mental y se ha abordado desde diferentes prismas, siempre con el objetivo de resetear para que enfocarnos en el inicio de una nueva semana y entrenar bien para encarar el siguiente partido al mejor nivel. Se hicieron reuniones con jugadores, con el staff, hemos tenido sesiones con ‘coaches’, etc. Nos honra que el vestuario siempre haya estado junto en la adversidad. A nivel personal, siempre me he sentido muy arropado por la directiva, el cuerpo técnico y los jugadores. Si hubiera visto que el problema éramos yo y mi equipo técnico, habríamos dado un paso al lado.

Visto en perspectiva y siendo realistas, ¿cree que llegar vivo a la última jornada fue un regalo como también lo ha sido jugar en Primera para un club humilde y de escasos recursos?

Totalmente. Hay que verlo como un regalo. Hay que analizar de dónde venimos. Nuestro primer año en Segunda se cortó por la pandemia. Al siguiente se dividió la liga en dos grupos y acabamos primeros entre los que se jugaban la permanencia y de ahí pasamos a jugar dos promociones de ascenso, con plantillas que no tenían una dedicación exclusiva. Y acabamos subiendo en el que iba a ser nuestro último partido en casa, a 0,2 segundos, ante un Burela que ese día fue mejor que nosotros. No sé si hemos subido pronto o no, pero se nos presentó ese regalo de jugar, al menos, una temporada en primera. Creo que todos hubiéramos abierto ese regalo. Ahora nos toca volver a ilusionarnos.

El técnico del Family Cash Alzira FS, durante un partido.

El técnico del Family Cash Alzira FS, durante un partido. / C. Cortés

De cara a la próxima temporada, el ascenso: ¿un objetivo, sí; una obsesión, no?

Lo has descrito perfectamente. Tenemos la etiqueta de equipo que baja, como la tendrá el Betis, pero nos toca tener los pies en el suelo y ser humildes. Venimos de una Primera División en la que hay cinco o seis equipos que van a estar arriba. En Segunda, hay diez o doce clubes que buscan exactamente lo mismo que tú: hacerse con un hueco en el ‘play-off’. Es una categoría mucho más igualada y equilibrada, lo que la hace muy bonita, pero muy dura. Debemos trabajar con pequeños objetivos y el primero ha de ser lograr treinta puntos. A partir de ahí, vendrá el siguiente.

¿Cómo aborda la confección de la plantilla?, ¿en qué nombres o perfiles trabaja?

La filosofía es la misma. Creemos en nuestro bloque, entre un 60 y un 70 % de los jugadores tienen contrato, y en la gente joven. A mí me gusta decir que conmigo quiero tener a gente de mi cuerda y vamos a mantener la dinámica de trabajo. Este año, al menos, partimos con una ventaja que no teníamos los últimos veranos, en los que hemos llegado al mercado más tarde que el resto por estar jugando ‘play-off’ sin saber en qué categoría íbamos a estar. Pasadas las horas de duelo, trabajamos en ello. Se valora el rendimiento de los jugadores que tenemos y buscamos cubrir nuestras debilidades. Ahora mismo, nuestra máxima prioridad es cubrir la posición del ala izquierda con dos o tres jugadores. En la posición de pívot no siguen ni Pesk ni Tiago y Humberto ha acabado su contrato… Sabemos que hemos tenido carencias ofensivas y queremos incorporar algún jugador que nos ayude en los metros finales.

El alzireño agradece el apoyo de la afición desplazada a Sevilla.

El alzireño agradece el apoyo de la afición desplazada a Sevilla. / C. Cortés

Para acabar, ha llevado al equipo desde Tercera a Primera en poco más de un lustro, ¿qué sueños deportivos le quedan por cumplir?

Ahora mismo, por mi mente no pasa otra cosa que no sea la de hacer una buena temporada, independientemente de los resultados. Paralelamente, estoy muy ilusionado con el trabajo que estamos haciendo en nuestra Escuela 360. Tenemos una debilidad en el nivel de las instalaciones, pero lo suplimos con una buena estructura y buenas quintas que vienen por detrás. Por ejemplo, en este apartado, sería muy deseable que el juvenil llegase a División de Honor para garantizar un buen salto al primer equipo. Creo que en Paco Palacín hay un espejo en el que mirarse, un alzireño que ya ha debutado en Primera. Con esfuerzo, disciplina y perseverancia, con mayor o menor talento, las posibilidades llegan. 

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