Fumata blanca en Tavernes de la Valldigna. Tras muchas reuniones, horas de debates y de estudio de diferentes propuestas, las Fallas del municipio han despejado, por fin, el enigma sobre el funcionamiento del ente que rige la fiesta, la Federació de Falles, de cara al ejercicio 2019.

Una junta gestora se hará cargo de la entidad a partir de ahora. Este organismo estará formado por los seis presidentes de las comisiones de la ciudad y un miembro adicional de cada una de las asociaciones. Javi Fons, quien ya fue presidente de la Junta Local Fallera durante tres años, se encargará de la coordinación de la gestora. Fons responde a la figura que buscaba el ayuntamiento para ponerse al frente del organismo, alguien con experiencia en las Fallas y un amplio conocimiento del funcionamiento de la Federació de Falles, de las comisiones y de la fiesta en general. De hecho, bajo su presidencia se recuperó la figura de la fallera mayor en 2009 tras 13 años desaparecida.

Además, en la reunión que tuvo lugar la noche del pasado lunes, en la que también estaba presente la concejala de Cultura y Fiestas, Encar Mifsud, todos coincidieron en el deseo de que el municipio siga contando con máxima representante, siempre y cuando haya alguna fallera dispuesta a asumir el cargo en 2019. Así, se estableció que en los próximos días se dará a conocer el plazo para la presentación de candidaturas.

También se habló sobre el modelo de acompañamiento de la fallera mayor a los actos.

Lo primero que se estableció es que el coordinador de la gestora no ejercerá como si de un presidente se tratara, es decir, que no desfilará al lado de la reina en ninguna cita, sino que se trata de una figura de perfil administrativo.

De ese modo, en los actos que se celebren en Tavernes de la Valldigna será el alcalde o la concejala quien ejerza de acompañante de la fallera mayor, mientras que en los desplazamientos se designará a alguien que realice esa labor. Los miembros de la gestora se encargarán de organizar las distintas actividades.

En el colectivo fallero de Tavernes se tiene el convencimiento de que 2019 será un «año de transición» a la espera que para el ejercicio 2020 vuelva a salir un presidente y, por tanto, se restablezca la normalidad institucional en la que es, sin duda alguna, la fiesta más importante de Tavernes.

Con esta fórmula, tanto el ayuntamiento como las fallas logran contener la crisis que se había generado en el seno de la Junta Local tras la dimisión del anterior presidente, Carles Merenciano, y la ausencia de interesados en hacerse cargo de la institución después de que se cerrara el plazo hace dos semanas. También se da continuidad a la figura de la fallera mayor, algo por lo que también apostaban de forma decidida desde el consistorio.