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Muros de hormigón frente al cambio climático

La reparación del paseo marítimo de Bellreguard evidencia que las obras en la costa requieren la máxima resistencia ante los "nuevos" temporales - La intervención, que acabará en un mes, aborda los desperfectos de la borrasca "Gloria", que golpeó la costa en enero de 2020, y cuentan con un presupuesto de 317.165 euros

Uno de los muros frente a la playa, ya terminado. Levante-EMV

No es cuestión de ir con bromas. Las obras que se van a ejecutar para preservar los paseos marítimos y otras construcciones situadas en la misma orilla del mar, entre ellas las viviendas, van a tener que usar mucho hormigón para crear pantallas que soporten los temporales más duros. Como aquel, de nombre «Gloria», que arrasó la costa valenciana en enero de 2020.

En la Safor el mejor ejemplo se puede ver ahora en Bellreguard, precisamente la playa que resultó más afectada por aquella borrasca. Año y medio después se observa la envergadura del proyecto de reparación redactado por los técnicos que ejecuta la empresa Obra Civil y Edificación Escrimar por un valor de 317.165 euros.

Obviamente, el hormigón ya existía en la estructura anterior, pero literalmente saltó por los aires cuando las olas golpearon la base, levantando baldosas y dejando una imagen de desolación.

Cuando el Ayuntamiento de Bellreguard encargó el diseño del «nuevo» paseo marítimo, en primer lugar se adaptó a dos pequeñas modificaciones acordadas con la Demarcación de Costas para retranquear las áreas más cercanas al mar. En segundo lugar se diseñaron muros más resistentes que, se confía, resistan otras «Glorias», porque, como advierten los expertos, el cambio climático y el calentamiento global de la Tierra apunta a la formación de borrascas, incluso pequeños huracanes, que pueden sacudir la costa mediterránea. Un tercer factor a tener en cuenta es la paulatina elevación del nivel del mar, que llama a proteger la costa con estructuras que cada vez «se acercarán» más a la orilla.

La línea de protección que se está levantando en el paseo marítimo de Bellreguard. levante-emv

En cierta medida, y preservando la estética de una playa turística en la que cada verano se dan cita miles de vecinos y visitantes, Bellreguard sigue la estela que antes llevaron a cabo otros municipios «amenazados» por el mar. Piles, sin ir más lejos, tuvo que llenar de hormigón armado la base de su paseo marítimo tras un temporal que a punto estuvo de llevarse por delante algunas viviendas de primera línea. Los daños causados en esos inmuebles fue enorme, pero desde que se construyó el enorme muro al menos soportan los temporales.

Rehabilitación del paseo marítimo

Las obras del paseo marítimo de Bellreguard acabarán dentro de un mes, y fue justamente el alcalde de la localidad, Àlex Ruiz, una de las personas que más activamente participó en el debate que se generó a partir de los daños de la borrasca «Gloria», en el sentido de llamar a la reflexión sobre cómo se tenían que acometer, o si era conveniente reconstruir, determinadas infraestructuras junto al mar para evitar que, una y otra vez, obligaran a costostísimas inversiones para reparar los efectos de los temporales.

De momento, en esta localidad se ha retranqueado una superficie de 360 metros cuadrados, la más cercana al agua, y se han diseñado concienzudas estructuras de hormigón frente a la amenaza real que se engloba en ese concepto denominado cambio climático.

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