Si el trámite abierto por la Generalitat para la posible construcción de un glámping, o cámping de lujo, sobre una parcela de 188.707 metros cuadrados en la playa de Gandia ha demostrado algo es, sin duda, que existe un innegable interés de la empresa promotora, Sunny Resorts, por hacerlo posible y que, con ese fin, está dispuesta a ir adaptándose a todas las exigencias de la Administración.
Así lo revela el último escrito remitido por Sunny Resorts, al que ha tenido acceso este periódico, que, a su vez, responde a un informe emitido el pasado mes de diciembre por técnicos de la Generalitat que ponía muchas trabas a la autorización, solicitada a través de una Declaración de Interés Comunitario (DIC).
Uno de los campings más singulares de la C. Valenciana
Así, Sunny Resorts no solo vuelve a corregir el proyecto, ajustándose al máximo a las exigencias de los técnicos de Paisaje e Infraestructura Verde de la Generalitat, sino que responde a la Administración, de forma muy contundente, a la pregunta de por qué justamente allí, sobre Suelo No Urbanizable, se pretende levantar lo que sería el único cámping-resort de la comarca, y uno de los más singulares de toda la Comunitat Valenciana.
Sunny Resorts indica que ese espacio físico, entre l’Alqueria del Duc y las naves de Cartonajes Unión, no solo se encuentra cerca de bienes de interés cultural, o natural, como els Ullals, sino también el castillo de Bairén, el marjal, las dunas de la playa de l’Auir o la misma Alqueria del Duc. También ese lugar reúne el objetivo de crear «un camping disperso» en el que los usuarios «tengan amplias parcelas con abundante vegetación, y que las mobile homes, construcciones o autocaravanas, vayan apareciendo de forma puntual y dispersa, ocultadas por la vegetación». La proximidad a la ciudad y la playa es otro de los aspectos de interés para la empresa, así como la existencia de carreteras que facilitan la llegada de clientes.
Sunny Resorts también señala que una gran parte de las parcelas que ocuparían el glámping «se encuentran actualmente sin explotación y en estado de decadencia» y que su proyecto permitiría «volver a dar vida y uso a estas zonas deprimidas».
En conjunto, y según se argumenta ante la Generalitat, «no existen en los alrededores zonas de iguales características, por lo que el enclave que se plantea consideramos que es el idóneo para una actividad de estas características».
El afán de cumplir con los informes de Paisaje de la Generalitat incluye no solo el compromiso de habilitar barreras vegetales, que serían los primeros elementos a construir, o elegir piscinas «naturales» con el mínimo uso del hormigón, sino también a sustituir las placas solares por otro sistema de energía verde, la aerotermia, que evita el impacto visual desde zonas altas.
Con este último informe sobre el proyecto, Sunny Resorts no solo confía obtener la DIC necesaria, sino que incluso aventura un cronograma para las obras y la apertura. La promotora apunta que el próximo mes de febrero la Generalitat aprobaría el proyecto. En marzo ya comenzaría a plantarse el arbolado prometido para reducir el impacto visual. En abril se presentarían los planos de la obra y, hasta septiembre, se concederían las licencias y permisos necesarios. Inmediatamente comenzarían las obras, que durarían dos años, de manera que en septiembre de 2024 abriría.
El glámping, si no se modifica su petición, tendría autorización para operar durante 30 años. Después todo se tendría que desmontar y dejar las parcelas en su estado original.
