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La gran depuradora experimental de Oliva triplica el presupuesto y costará 45 millones

El sistema de membranas ha generado interés incluso en el ámbito de la Unión Europea

Miguel Polo, presidente de la Confederación del Júcar, con autoridades locales, en su visita a Oliva. | LEVANTE-EMV

La ciudad de Oliva dispondrá, previsiblemente dentro de tres o cuatro años, de una depuradora de aguas residuales que va a ser, al mismo tiempo, referente y modelo experimental en toda la Unión Europea. Se trata de una estación que tratará las aguas residuales mediante un novedoso sistema de membranas hasta ahora usado solo en pequeñas instalaciones, de manera que su funcionamiento será analizado con lupa para determinar si puede extenderse para tratar caudales mayores, como los 15.000 metros cúbicos diarios previstos, como máximo, en Oliva.

Además, en una segunda vertiente novedosa, el agua resultante se aprovechará en su totalidad, porque el dispositivo está concebido desde el origen para que la calidad del caudal permita el uso agrícola, e incluso el vertido a zonas ambientales para mantener los niveles hídricos o la recuperación de acuíferos en riesgo de sobreexplotación.

Cierto es que este proyecto, que Levante-EMV anunció en diciembre de 2019, va con un poco de retraso, pero esta misma semana el presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), Miguel Polo, ha anunciado, en una visita a Oliva, que se sigue adelante en la redacción del proyecto y que en un año o año y medio se podrían licitar las obras.

Una de las grandes novedades explicadas por Polo a las autoridades de Oliva que lo acompañaron es el incremento del presupuesto del proyecto. Así, y según señaló el ayuntamiento en una nota de prensa, de los 18 millones de euros iniciales se ha pasado a 45, casi el triple. La vicealcaldesa de la ciudad, Ana Morell, explicó a este periódico que el motivo fundamental de esa mayor cuantía económica se debe a la decisión de extender al máximo la red de colectores de aguas residuales que desembocarán en la depuradora. Es decir, el Ministerio para la Transición Ecológica, que impulsa la novedosa estación olivense, no quiere que se queden grandes zonas de viviendas o de áreas industriales vertiendo aguas sucias al subsuelo.

Morell añadió que ese empeño de apostar por la canalización y depuración de las aguas se centrará especialmente en el área litoral, donde Oliva dispone de una larguísima continuidad de urbanizaciones y áreas residenciales, así como grupos de viviendas construidas fuera de ordenación. La idea es que los alcantarillados conecten con esa red de colectores y lleven el agua a la depuradora.

El segundo aspecto que también ha contribuido a casi triplicar el presupuesto es la otra red, en este caso de agua limpia depurada, que será «de retorno» y permitirá impulsar el caudal hasta las áreas agrícolas. En ese sentido, la canalización, mayoritariamente subterránea, alcanzará las partidas situadas a ambos lados de la carretera de Pego, donde se encuentran algunas de las más importantes áreas de producción agrícola del término.

«Financiación asegurada»

Según ha señalado el Ayuntamiento de Oliva, durante el encuentro con el presidente de la CHJ, Miguel Polo trasladó a la delegación municipal que la financiación de esta importantísima obra «está asegurada» por parte del Ministerio para la Transición Ecológica, y añadió que «existe mucho interés en esta instalación en la Comisión Europea debido a la tecnología de vanguardia» que se usará para el tratamiento de las aguas residuales. «Se trata de un proyecto muy ambicioso que mejorará considerablemente la protección del medio ambiente», concluyó Polo.

En ese mismo comunicado la alcaldesa de la ciudad, por su parte, dijo que la reunión había supuesto «un avance muy importante en la solución de problemas destacados para la sociedad civil», y añadió que la nueva estación depuradora «supone una mejora muy destacable para la ciudad».

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